“Vengo a despedirme de todos ustedes porque quizás este es mi último día en esta casa”, dijo el presidente saliente de Argentina, Alberto Fernández, al dirigirse a los funcionarios de la sede del gobierno trasandino, ministerios y otros organismos estatales en su último día de trabajo en la Casa Rosada.
El mandatario trasandino, que en su rostro reflejaba cierta melancolía, dijo ante unas 400 personas que “no les voy a contar a ustedes el esfuerzo que debimos hacer, fueron cuatro años muy difíciles; tan difíciles que no pudimos compartirlos en los pasillos de esta Casa Rosada, porque la pandemia nos obligó a trabajar a distancia y tardamos mucho tiempo en recuperar la habitualidad”.
Agregó que “en todo momento ustedes trabajaron y conseguimos poner a la Argentina de pie”. Luego reflexionó: “Me voy con la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner en este tiempo, para ayudar a este país. Estamos dejando un país que está funcionando”.
“Me voy por la misma puerta que entré, con el mismo auto con el que entré y me voy a la misma casa de donde salí”, añadió Fernández.
Sin nombrar al presidente electo, Javier Milei, señaló que “no tiene que recibir un país que al año siguiente tiene que pagar 19 mil millones de dólares y al otro 18.000″, aludiendo al expresidente Mauricio Macri y los compromisos asumidos con el FMI. Además, reafirmó que el libertario “recibe la tasa de desocupación más baja en muchos años”.
Más allá de su despedida de la Casa Rosada a Fernández aún le restan algunos días de gestión oficial como su asistencia a la Cumbre del Mercosur en Río de Janeiro y la participación en la asunción de Milei.