"Cristina me llamó a la facultad el miércoles y me dijo que me quería ver". Lo relató así, directo, pero es el inicio de uno de los capítulos más llamativos de la siempre sorprendente política argentina. Alberto Fernández, abogado y profesor de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), regresa por la puerta ancha y como protagonista de la mano de quien fuera por años su principal blanco de críticas, Cristina Fernández de Kirchner.

Pero Fernández es un histórico, alguien que se podría describir como del "riñón" del kirchnerismo. La propia Cristina lo recordó en el video en que anunció la inesperada decisión de que ella competirá en las elecciones, pero como vicepresidenta de quien fuera su jefe de gabinete y el de su esposo, Néstor Kirchner. "Alberto, a quien conozco hace más de 20 años, y con quien tuvimos también diferencias...", señalaba la exmandataria, sin obviar un punto que será relevante: los reproches que abiertamente le hizo Fernández a su gestión y su liderazgo tras renunciar a su puesto en 2008, en medio de una dura crisis que enfrentaba a la Mandataria con el sector agrario.

"En el tercer (segundo) mandato de Cristina es dificilísimo encontrar algo virtuoso. He hecho un enorme esfuerzo: lo único virtuoso que tuvo el último mandato es el desarrollo en ciencia y tecnología", aseguró en una entrevista en 2015 con el programa de TV Animales sueltos. Y, más aún, la acusó derechamente de mentir. "Cristina tiene una enorme distorsión sobre la realidad, francamente lo digo. Si Cristina revisa las cosas que dijo, debería rectificarse un montón de cosas", planteaba.

No siempre había sido así. Cuando el entonces gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada en 2003, convirtió a Fernández -por entonces una figura joven y promisoria, que había sido electo diputado en 2000- en su mano derecha.

Ahí, el abogado lograría un hito: mantenerse durante todo su período en ese puesto, e incluso mantenerse en la parte inicial del primer gobierno de Cristina. Eso, hasta que en julio de 2008 dejó el cargo y se distanció.

La relación no se recompuso ni siquiera con la muerte de Kirchner en 2010. Solo fue el año pasado cuando Cristina y Alberto Fernández comenzaron su sorpresivo acercamiento. Incluso Cristina señaló durante la presentación de su libro Sinceramente, que fue Alberto Fernández quien le dio la idea de escribir. "Él vino y me dijo que le angustiaban las cosas que decían de mí, de Néstor, de los chicos, de nuestra vida, de nuestra relación", y con ello nació la idea de plasmar en el papel sus ideas", aseguró sobre el texto, un éxito en Argentina con más de 250 mil copias vendidas.

Entre sus lazos con Chile, destaca la cercana relación que mantiene con el exsenador del PS Carlos Ominami, con quien compartió el pasado 20 de abril durante su visita a Santiago para participar en el estreno del documental Al fondo a la izquierda, del excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami.

Ahora, Alberto Fernández busca convertirse en el nuevo titular de la Casa Rosada de cara a los comicios que se celebran el 27 de octubre en Argentina, donde el actual Presidente, Mauricio Macri, intentará continuar en la presidencia.