El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió el miércoles al personal de la policía de la provincia de Buenos Aires que cese una polémica protesta en reclamo de mejoras salariales y de sus condiciones de trabajo.
Fernández, que asumió en diciembre en un país que atravesaba una alta inflación y una crisis económica que se agravó por la pandemia del coronavirus, informó que el gobierno creará un fondo de fortalecimiento financiero para la provincia, que en parte servirá para recomponer los salarios de la policía.
Durante toda la jornada, decenas de patrulleros y centenares de oficiales uniformados se ubicaron frente a la entrada principal de la residencia presidencial en la localidad de Olivos, en la provincia de Buenos Aires, una medida que fue repudiada por el todo el arco político.
“Puedo entender cualquier reclamo y cualquier demanda, lo que no estoy dispuesto a aceptar son ciertas formas de las demandas porque no tienen que ver con la vida democrática”, dijo Fernández en un discurso televisado.
“Lo que nos preocupa es ver tantos policías parados en una demanda, tantos patrulleros que dejan de circular por las calles, y de este modo dejan en estado de indefensión a muchos ciudadanos honestos que necesitan de los policías en las calles”, agregó.
Los policías de la provincia de Buenos Aires, donde habitan 17 millones de personas, reclaman un 56% de aumento salarial y mejoras en las condiciones de trabajo. El salario mensual base para quien ingresa a la fuerza se ubica en 37.572 pesos (502,50 dólares), según datos del Gobierno.