El caso de los "Cuadernos K", que destapó una enorme red de corrupción durante la era kirchnerista, ha sacudido a la política argentina. Muchos se han visto involucrados directamente, pero también varios otros de manera indirecta. Al menos esa es la tesis del exjefe de gabinete de Néstor y Cristina Kirchner, Alberto Fernández (2003-2008). En conversación con La Tercera, Fernández -que días atrás sostuvo una reunión con el Papa Francisco junto a Celso Amorim y Carlos Ominami para interceder por Lula- niega todo vínculo con los involucrados en los textos escritos por el chofer Óscar Centeno. "Por ahí hay muchas historias inventadas", plantea.
¿Usted tuvo algún vínculo con Roberto Baratta, el principal ejecutor del pago de coimas en el Ministerio de Planificación y cuyo chofer era Centeno?
Si usted revisa los medios en Argentina de aquella época, en todos lados se hablaba de mi mal vínculo con ese ministerio. No tengo vínculos con ellos, para nada.
¿Considera una historia creíble que el chofer haya escrito los ocho cuadernos?
No lo sé. No puedo decir que no es creíble porque aparecen empresarios que dicen que han pagado, así que si ellos lo confiesan tengo que entender que alguna credibilidad tiene. Lo que me preocupa es cómo se está tratando procesalmente el tema. En términos judiciales me parece que hay muchos baches inexplicables.
¿Como cuáles?
Por ejemplo, que hayan mandado a detener a toda la gente con una fotocopia sin haber verificado si las fotocopias eran o no reales. Segundo, sin tratar de averiguar exactamente por qué a alguien se le ocurre escribir todas esas cosas. Tercero, sin contar con los originales, que es lo que permite determinar cuándo fueron escritas esas cosas. Porque aunque haya un dejo de veracidad porque los empresarios se conocen, por ahí hay muchas historias inventadas allí. Finalmente, lo que me asombra es el tratamiento que le dan a unos y a otros. El juez Bonadio ha rechazado la excarcelación de todos los exfuncionarios acusados porque dicen que pueden tener vínculos residuales que entorpezcan la investigación. Y libera al primo del Presidente (Mauricio Macri), que es el que tiene más facilidad de entorpecer y cambiar el rumbo de la investigación.
¿A qué se refiere con que puedan haber historias inventadas?
Por las características del personaje (Óscar Centeno). Los datos que yo he podido recoger es que se trata de una persona que fue parte del Ejército argentino. El Ejército lo exoneró después de juzgarlo militarmente porque le tiró una granada a un compañero que decía que le hacía bullying. Y ahora me vengo a enterar que esa decisión la apeló ante la justicia civil. En la Argentina la justicia militar tiene una instancia civil de revisión, y la justicia civil declaró que este señor es inimputable. Me lo dieron como dato cierto. Si todo esto se corrobora, la verdad es que estamos corriendo detrás de una investigación formulada a partir de cuadernos que escribió un inimputable.
¿Las cosas que escribió Centeno serían reales?
De ser cierto que esta persona (Centeno) ha sido declarada inimputable por la justicia, es muy posible que sobre algunos datos reales se hayan inventado historias. De hecho, hay contradicciones. Los mismos empresarios que admiten haber dado plata para campañas políticas, revelan que no condicen ni cifras ni ciertas circunstancias que se mencionan en los cuadernos. El problema que tienen los cuadernos es que seguramente tienen un dejo de veracidad y lamentablemente tienen una parte de ficción. Lo lamentable es que esto pudo haber sido el comienzo de una investigación seria para ver cómo se carterizaba la obra pública en Argentina, y terminó siendo una triste parodia donde los empresarios, para limitar su culpa, dicen que aportaron plata para campañas. Eso es lo más penoso. Y todo es el resultado de cómo la justicia se precipitó en la investigación.
¿Creía usted que se podía destapar un caso así de corrupción?
Yo la verdad que... todo el que ha pasado por la función (pública) lo que más desea es que estos casos se esclarezcan, porque no todos los que hemos pasado por la función nos hemos corrompido. Así que lo mejor es que se esclarezca y los responsables se hagan cargo judicialmente.
¿Pero es algo que sorprende o que era esperable?
Desde tiempos inmemoriales la obra pública en Argentina fue un mecanismo de carterización económica, donde los empresarios fueron los primeros corruptores, por eso a mí me parece muy importante lo que ha hecho (Ángelo) Calcaterra, que es decir, "no es culpa de mi gerente, es culpa mía". Y la verdad es que si eso es así, también es culpa de los Macri, que fueron los socios de Calcaterra toda la vida. Entonces no es posible que el responsable sea Calcaterra y no los Macri. Efectivamente, lo que dice Calcaterra es cierto. Estas cosas no las resuelven los gerentes, las resuelven los accionistas dueños de las empresas, y esa empresa fue propiedad de la familia Macri siempre.
¿Usted dice entonces que la familia Macri sabía de toda esta trama?
Obviamente. Si Calcaterra lo sabía, la familia Macri también. Y además Calcaterra la principal obra que tuvo para hacer es una obra en la ciudad de Buenos Aires, gobernada por Mauricio Macri, donde era socio de Odebrecht. Y cuando se desató el problema Odebrecht, ya con Macri de Presidente, se le adjudicó íntegramente a Calcaterra financiando el 100% de la obra. Así que yo quiero que la investigación se haga a pleno, que todos se hagan cargo. Me da la impresión de que se ha abierto una caja de Pandora que no sabemos dónde termina.
¿Cree que esto generará un impacto político negativo en Macri?
Sí, porque Calcaterra es Macri. Lo que no se entiende es por qué está libre Calcaterra. Calcaterra tiene un enorme poder presente, residual, porque es el socio del Presidente y primo del Presidente. Que Calcaterra esté libre es incomprensible, a la luz de lo que ha dicho el juez. O están todos presos o están todos libres.
¿Y cuál será entonces el impacto del caso de los cuadernos para Cristina Kirchner?
Yo admito que el votante de Cristina es casi parte de una iglesia, por lo cual es muy difícil que cambie su voto por algo así, porque siempre visualiza estos casos como casos de persecución a ella. Aquí lo que sabemos es que los empresarios dicen haberle pagado coimas a ministros y a funcionarios. Ninguno ha dicho que se los ha llevado a Cristina ni mucho menos, por eso digo que también ahí es donde el tema del cuaderno empieza a flaquear. Pero yo la verdad que en eso quiero ser respetuoso con la justicia, no quiero hablar mucho, porque no conozco la causa en detalle.
¿Cree que este caso es comparable con el Lava Jato en Brasil?
No lo sé. Lo que tienen en común es algo constante en toda América Latina, que es el problema de la carterización de la obra pública. Es un grupo de empresarios que se ponen de acuerdo, se distribuyen las obras públicas entre ellos; si necesitan, para lograr su cometido corrompen funcionarios. Odebrecht era el caso más claro porque es una empresa multinacional, pero lo mismo que hace Odebrecht lo hacen todas las empresas en todos nuestros países. Lamentablemente eso funciona así.
Usted se reunió días atrás con el Papa Francisco por el caso de Lula en Brasil. ¿Qué respuesta tuvo?
El encuentro con el Papa fue muy importante porque pudimos hablar de lo que está pasando puntualmente con Lula, lo que es en términos judiciales y su imputación, que es muy débil, donde ves que es carente de sustento. El Papa Francisco nos manifestó su preocupación. Tuvo gestos para con el expresidente Lula, como escribir en un libro su compromiso de rezar por él. Fue una charla muy fructífera.