El alcalde de la ciudad ecuatoriana de Manta, Agustín Intriago, fue asesinado este domingo a balazos cuando visitaba un barrio de la ciudad portuaria, según confirmaron autoridades de gobierno.
Intriago, abogado y líder político de 38 años, pertenecía al movimiento local denominado Mejor Ciudad. Fue reelegido recientemente en sus funciones, que asumió en mayo de este año.
En su cuenta de Twitter, el ministro del Interior, Juan Zapata, solidarizó con los familiares y amigos del alcalde de la tercera ciudad más grande de Ecuador “ante su sensible fallecimiento por un ataque armado”.
Zapata informó, además, que existe una víctima colateral y cuatro heridos, dos de los cuales estarían implicados en el hecho, por lo que se encuentran recibiendo atención médica con vigilancia policial. De momento, no se ha dado a conocer el motivo del ataque.
El presidente Guillermo Lasso lamentó el suceso a través de Twitter y dijo que instruyó a la máxima autoridad policial activar el contingente necesario para que se ubique a los responsables y respondan ante la justicia. Por su parte, la policía informó que unidades especializadas se desplegaron en el lugar.
La hermana de la víctima, Ana Intriago, escribió en su cuenta de Twitter que “este crimen no puede quedar impune… no los dejemos ganar”.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, lamentó el deceso de Intriago y exigió que las autoridades nacionales actúen. “El país no puede seguir desangrándose, la seguridad debe ser su prioridad”, tuiteó en su cuenta oficial.
La ciudad de Manta está ubicada 260 kilómetros al suroeste de la capital, en la provincia de Manabí, cuyas costas son señaladas como apetecidas rutas de narcotraficantes para llevar grandes cargamentos de droga a destinos en otras partes de América y Europa, principalmente.
Ecuador enfrenta la más grave crisis de inseguridad y violencia en su historia, que se desató en 2021 en las principales cárceles del país y que autoridades han atribuido a la disputa de grupos de delincuencia organizada que operan dentro y fuera de prisión.
En un intento por contener la violencia, el gobierno ha firmado varios decretos de estado de excepción, los últimos con vigencia en las provincias costeras, entre ellas Manabí, donde se registran constantemente ataques armados, secuestros, sicariatos, robos y extorsiones.