Antes de su ajustada victoria en las elecciones municipales del pasado 31 de marzo en Turquía, el nombre de Ekrem Imamoglu casi no sonaba en la política local. Sin embargo, la noche del domingo fue recibido como una estrella de rock en Estambul, luego de la repetición de esos comicios en los que se volvió a co ronar como el alcalde la ciudad. "Hoy, 16 millones de residentes de Estambul han renovado nuestra fe en la democracia y refrescaron nuestra confianza en la justicia", dijo Imamoglu a sus partidarios, tras convertirse en una de las caras más carismáticas del opositor socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP).
El 31 de marzo, este el político de 49 años se impuso en las elecciones con solo 23.000 votos de ventaja, de un total de 8,8 millones, diferencia que se redujo a poco más de 13.000 tras varios recuentos exigidos por el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), colectividad a la que pertenece el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Su triunfo fue considerado un duro golpe para el oficialismo, que no solo gobierna Turquía desde 2002, sino que también la ciudad desde 1994.
Estambul es la joya de la corona, ya que concentra el 20% de la población de Turquía y representa el 30% del PIB. El propio Erdogan inició su carrera política como alcalde de la ciudad (1994-1998). Sin embargo, en mayo, la Comisión Electoral de Turquía (YSK) aceptó la impugnación presentada por el islamista AKP, por lo que las elecciones se repitieron el domingo.
Según el diario The Guardian, el resultado si bien era esperado, tiene serias implicancias financieras para el AKP y sus redes de apoyo. También podría amplificar la sensación, tanto en la oposición como al interior del partido de Erdogan, que el poder del Presidente está comenzando a decaer.
La pérdida de Estambul, también tiene repercusiones en Ankara. Esta derrota ha endurecido las divisiones dentro del AKP y ha llevado al colapso en el respaldo ciudadano al socio de la coalición de Erdogan, el Partido de Acción Nacionalista (MHP), que es clave para tener una mayoría en el Parlamento. Por este motivo se espera un cambio de gabinete, dice The Guardian.
Imamoglu es oriundo de la provincia de Trebisonda, en la costa del Mar Negro. Durante cinco años fue alcalde de Beylikdüzü, un distrito de la periferia occidental de Estambul. Con el eslogan
"Todo saldrá bien" logró congregar al 54% de los votantes en los comicios del domingo. Los analistas turcos destacan su mensaje inclusivo y no polarizador, como el de Erdogan.
"Ellos quieren conflicto, pero nosotros no queremos peleas. Si encuentras a un vecino que no piensa como tú, abrázalo", es uno de los consejos del nuevo alcalde de Estambul, consignó la agencia EFE.
Imamoglu, cuyo apellido significa "hijo del imán", se adhiere a la visión laica de su partido, aunque proviene de una familia conservadora, por lo que sabe leer el Corán y suele acudir a la mezquita al rezo de los viernes, lo que genera simpatías entre algunos sectores más religiosos, que suelen votar al AKP.
Imamoglu estudió Ciencias Económicas en la prestigiosa U. de Estambul, donde se licenció antes de empezar a trabajar en la empresa constructora de su familia, hasta que entró a la política, en 2009.