El ministro de Cultura peruano, Alejandro Neyra, asumió como parte del "gabinete de reconciliación" que nombró el entonces Presidente Pedro Pablo Kuczynski en enero pasado, luego de haber sorteado la moción de vacancia. Este escritor y diplomático se desempeñó como agregado cultural en la embajada de Perú en Chile entre 2014 y 2017 . Tras su paso por Santiago, Neyra fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de Perú. Previamente formó parte del equipo ante La Haya en el litigio con Chile.
Neyra (Lima, 1974) también es un reconocido novelista, entre cuyas obras destacan la saga CIA Perú 1985. Una novela de espías, que logró el Premio de Novela Breve 2012 de la Cámara Peruana del Libro; CIA Perú 1985. El espía sentimental y CIA Perú 1990. El espía innoble. En medio de la crisis política que dejó la renuncia de Kuczynski a la presidencia, Neyra recibió a La Tercera en su oficina en el ministerio de Cultura en el centro político limeño para analizar las perspectivas con Martín Vizcarra al frente del Ejecutivo.
Para muchos analistas la crisis termina con la renuncia del Presidente Kuczynski ¿Cómo evalúa usted esta dimisión?
Yo lo vería en dos niveles. Hay un tema que va más allá de este hecho específico. Creo que con la venida de Martín Vizcarra vamos a retomar la marcha del país, tendrá que juramentar y armar un nuevo gabinete y por ese lado creo que todos los que se han pronunciado desde el Congreso, desde los gremios -que han salido a dar el respaldo-, la forma que casi se ha movido o no movido la gente creo que ya da cuenta que por ese lado va a marchar el país. Hay otro lado que es más estructural, que se relaciona con el sistema de partidos políticos que tenemos, de democracia que hemos elegido y que no ha funcionado como la gente quiere. Si uno ve las encuestas, la gente quiere cambios, más radicales. Yo espero que por el bien del país, Martín Vizcarra pueda armar un nuevo gobierno, continuar, y esa será la salida a esta crisis de momento. Lo otro, creo que merece una reflexión más profunda: qué venimos haciendo mal para que el país siga siendo una paradoja por la cual el crecimiento económico va bien por un lado y, por otro lado, no podamos ser capaces de construir instituciones fuertes que resistan este tipo de crisis.
¿Los Kenjivideos precipitaron la salida del Presidente?
Probablemente aceleró un poco el panorama, pero era lo que se veía y creo que tiene que ver con la crisis más profunda que tenemos, que somos incapaces de hacer una autocrítica desde el gobierno de ver cómo funciona el clima político que estaba tan polarizado. Yo he escuchado a la gente hablar y mucha gente de la oposición decía que no iban a parar hasta que se dé una vacancia o un escenario similar. Creo que finalmente el rumbo de colisión era inevitable y los hechos son muy penosos y muy lamentables para todo el país. Creo que era inevitable este resultado.
Para muchos, parte importante de la crisis se explica por el rol de Keiko Fujimori. En vez de Kenjivideos algunos los llaman Keikovideos. ¿Cómo queda el fujimorismo tras esta situación?
Creo que la oposición que aquí tenemos, ha sido una lucha fratricida que tendrán que arreglar entre ellos. La verdad es que no tengo una posición muy clara para decir cómo ellos mismos van a afrontar su propio futuro. En realidad, siguen teniendo la mayoría en el Congreso. Creo que lo que falta en general es un poco de autocrítica para decir qué es lo que necesitamos en el país. Todo este tiempo hemos avanzado a los tumbos y este año y medio que ha pasado de gobierno, creo que ha habido un enfrentamiento sin entender, sin escuchar lo que quiere la gente. Algo de lo que te das cuenta cuando estás en el lado del gobierno, en el Ejecutivo y lo que ves con este silencio que hay en las calles en Perú es que la gente está hastiada de todo lo que está pasando en la política y le interesa su vida cotidiana y tienen necesidades más importantes que esto que se ve en la televisión y que finalmente termina siendo casi un espectáculo más de la televisión, de los medios. Yo creo que ojalá que esta crisis sirva para que la clase política entienda que necesitamos darle un curso mejor a Perú. Eso pasa por un cambio institucional, por reformas políticas y reformas electorales.
Existe un fuerte debate sobre si Vizcarra debe terminar el mandato el 2021 o si debe llamar a elecciones anticipadas ¿Cuál es la mejor opción?
Yo creo que lo que toca ahora es asegurar la salida constitucional, que es que el vicepresidente asume y terminará el mandato hasta el 2021. Finalmente las elecciones de 2016 eligieron a un Presidente, pero también a un partido, a un grupo que es el que debe terminar el mandato hasta el 2021. Lo que es imprescindible es que se asegure una gobernabilidad mínima, que asegure que todos podamos ir sumando y que no se repita este ambiente hostil de colisión en la clase política en general.
¿Cuáles son los desafíos que tendrá Vizcarra?
Más allá de retomar la senda de crecimiento, esto tiene que ver con desarrollar algunas reformas económicas y probablemente mejorar el gasto en las regiones. Si hay algo positivo es que él viene de una experiencia regional antes de entrar al gobierno, ya que ejerció como gobernador, como presidente de una región. Hizo muy bien su tarea en cuanto a crecimiento de la región, pero sobre todo en inversión en educación. Creo que va a tener como prioridades cómo asegurar el crecimiento.
¿Qué medidas se deben tomar para combatir la corrupción?
Creo que pasa por lo que mencionaba antes. No sé si desarrollar las reformas aseguren esto. Esto es una reflexión más personal, más de ciudadano, creo que mucha de la gente de aquí, la elite económica, cultural y social siente que la política es para otro tipo de gente, hay un gran desafío republicano. Lo digo por mi experiencia que vi en Chile. Allí la elite económica, la elite cultural y política tiene un norte propio, con diferencia entre los partidos, con diferencia de visiones. Pero me parece que hay un interés nacional que se ve más allá que de donde uno proviene. Aquí lo que creo que ha existido es que desde finales de siglo XX hay una escisión clara que lo que hace es que la cosa pública se ha dejado de lado por esta elite, porque lo político es el mundo de los corruptos. Lamentablemente en estos audios..., hay mucha gente que busca el poder político para obtener beneficios económicos. Esa es una gran tarea pendiente.