Estados Unidos, Francia y Alemania mostraron su apoyo a Reino Unido en la pugna diplomática que mantiene con Rusia tras el envenenamiento sufrido por un ex espía ruso y su hija en territorio británico.
En una declaración conjunta emitida este jueves, la primera ministra británica, Theresa May; los Presidentes de EE.UU., Donald Trump; de Francia, Emmanuel Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, condenaron el ataque con un agente nervioso contra el ex espía ruso Sergei Skripal y su hija, Yulia, el día 4 de marzo en Salisbury.
Los cuatro líderes "comparten" el análisis de las autoridades británicas que considera altamente probable que Rusia esté detrás del ataque. Por ello, piden al Kremlin que "informe sobre el programa Novichok a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas". En el comunicado, aseguran que el uso de este tipo de agente nervioso supone un "asalto" a la soberanía de Reino Unido y una "clara violación" a la Convención sobre Armas Químicas y el derecho internacional. "El fracaso de Rusia a la hora de atender la legítima petición del gobierno de Reino Unido perjudica aún más su responsabilidad", añade el comunicado, en referencia a la solicitud de Londres para que el Kremlin responda si es responsable del uso de esta sustancia.
"No ha habido ningún programa de desarrollo de armas químicas bajo el nombre 'Novichok' ni en la época de la URSS, ni en la de Rusia", respondió el viceministro ruso de Exteriores, Serguei Riabkov, citado por la agencia Interfax.