El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, pidió el jueves una misión multinacional de apoyo a la Policía de Haití en su lucha contra “el ciclo de violencia que ha impregnado todos los niveles de la sociedad y agravado una grave crisis de seguridad y Derechos Humanos”.
“Cada día la vida de los haitianos es más difícil, pero es vital que no nos rindamos. Su situación no es irremediable. Con el apoyo y la determinación internacional, el pueblo haitiano puede hacer frente a esta grave inseguridad y encontrar una salida a este caos”, aseguró Turk.
Según un informe elaborado por el organismo, el despliegue de esta misión es “esencial” para estabilizar la situación de la seguridad en el país, que se trata de una prioridad antes de tratar la grave situación económica y humanitaria.
Otra de las prioridades es la de fortalecer las instituciones estatales para evitar la impunidad y la mala gobernanza, además de ejercer una “estricta vigilancia” contra la corrupción.
Las principales tareas de la misión estarían encaminadas a “observar y cumplir las leyes y normas internacionales de Derechos Humanos” y a “incluir mecanismos de supervisión interna para informar sobre la actuación y prevenir y responder a la explotación y los abusos sexuales”, según un comunicado de la oficina de Turk.
La violencia ejercida por las bandas es cada vez mayor y más brutal, llegando a mutilar y quemar cuerpos en público y compartir las imágenes en redes sociales.
Los pandilleros han puesto un foco especial contra las mujeres y las niñas, que sufren violencia sexual e incluso violaciones colectivas.
En ese sentido, también reclutan a niños para utilizarlos como vigías o mensajeros y para usarlos en robos y secuestros; otros de los objetivos de los pandilleros son las escuelas, que cada vez sufren más ataques.
Por otro lado, el informe también señala la situación de los presos haitianos, hacinados por la saturación del sistema y en una situación “inhumana” por el pequeño tamaño de las celdas, con un “calor y olor sofocantes” debido al acceso limitado al agua, los aseos y al amontonamiento de basura en la capital.
“Hay vidas en juego. El tiempo apremia: debemos comprender el sentido de urgencia que exige esta crisis”, manifestó Turk.