Europa era desde mediados de marzo el “epicentro” de la pandemia de coronavirus, con más casos y decesos reportados que el resto del mundo. “En este momento, se están reportando más casos diarios que en China en el punto culminante de su epidemia”, declaró entonces el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. Pero el mayor número de casos diarios en las últimas semanas, con países como Estados Unidos, Brasil, México, Perú o Canadá especialmente afectados, ha provocado que América supere al Viejo Continente en contagios, convirtiéndose así en el foco infeccioso más grave de la pandemia de Covid-19.

El último recuento de casos globales y por regiones de la OMS confirmó que los casos en América han llegado a los 1,74 millones, tras la aceleración de contagios de las últimas semanas, y ha sobrepasado los 1,73 millones de Europa, donde la transmisión del nuevo coronavirus se ha ralentizado claramente, según informó ayer la agencia EFE.

“América va definitivamente por delante en la pandemia por el número de casos y hay muchas muertes que están ocurriendo”, comentó al respecto una de las portavoces de la OMS, Margaret Harris. “Los casos de infección aumentan en ambas Américas (América del Norte y América del Sur), ya podríamos calificarlas como centro de la epidemia”, consideró.

El último reporte de la OMS sobre la situación mundial de la pandemia de Covid-19 revela que el último aumento diario de casos en América llegó a 41.000, mientras que en toda Europa -incluyendo a Rusia que experimenta un brote muy fuerte de coronavirus- fueron 24.000 contagiados.

Trabajadores del Ministerio de Salud se preparan para evaluar a los empleados del mercado de Ciudad de Dios, en Lima, el 11 de mayo de 2020. Foto: AFP

La brecha entre ambos continentes es aún más marcada en términos de mortalidad, con un aumento diario de decesos en América que triplica el de Europa.

El pasado 22 de abril la Organización Mundial de la Salud ya había advertido que América Latina estaba por vivir el peor momento de la pandemia del coronavirus, por lo que los países debían expandir sus capacidades de detección del virus. “El epicentro de la epidemia se está moviendo de Europa hacia las Américas, lo que nos ha dado tiempo de prepararnos para lo que viene”, dijo en esa oportunidad Cristian Morales, representante en México de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). “Lo que no es tan benéfico, y de lo que no podemos escapar es que estamos por vivir el peor momento de la epidemia en la región, y en México”, agregó.

En concreto, y según las cifras de las redes sanitarias nacionales, ligeramente superiores a las de la OMS, Estados Unidos es el país del mundo con más infecciones (1,4 millones), Brasil el séptimo (178.000 casos) y Perú el decimotercero (72.000 contagios, una cifra a la que también se aproxima Canadá).

Pese al mayor número de contagios, los fallecidos por Covid-19 en el continente americano, que el lunes superaron la barrera de los 100.000, son significativamente menos que los cerca de 160.000 registrados en el continente europeo, destacó la cadena alemana Deutsche Welle. Con todo, las cifras de fallecidos en países de América son dramáticas. Estados Unidos ha confirmado más de 83.000 fallecidos, Brasil otros 12.000, mientras que en Canadá suman más de 5.000, destacando también la cifra de sobre 3.500 muertes en México.

Sobre las razones de esta evolución tan negativa y lo que se hizo mal, Harris dijo que son preguntas que surgen una y otra vez y que no habrá respuestas claras mientras “no tengamos tiempo de analizar lo que se hizo bien”.

América está experimentando en estos momentos lo que a partir de la segunda mitad de marzo y en abril vivieron varios países de Europa occidental, en particular Italia, España, Francia, Alemania y Reino Unido, con una progresión exponencial de contagios.

El primer caso de coronavirus en Estados Unidos se confirmó el 20 de enero y más de un mes después, el 26 de febrero, se informó del hallazgo del primero en Brasil, destacó EFE. La pandemia empezó a ser una realidad en el continente americano a principios de abril, para cuando todos los países y territorios que lo componen tenían ya al menos un caso confirmado.

Pero Estados Unidos y Brasil destacan como los países más afectados del continente y la mayor coincidencia entre ellos es que sus presidentes en persona minimizaron la gravedad del coronavirus y evitaron tomar medidas severas hasta que el patógeno ya estaba muy extendido en sus territorios.

A mediados de abril, el Presidente de EE.UU., Donald Trump, acusó a la OMS de un “grave mal manejo y el encubrimiento de la propagación del coronavirus”. El Mandatario anunció asimismo que su país dejaría de financiar a la organización mientras se realiza una revisión para evaluar el actuar de la institución. Trump también aseguró que “una de las decisiones más peligrosas y costosas” de la OMS fue su “desastrosa decisión de oponerse a las restricciones de los viajes desde China y otras naciones”.

Contradiciendo la postura de Trump, que está presionando a los estados para que reabran sus negocios, ayer el principal especialista de la Casa Blanca para enfermedades infecciosas, el médico Anthony Fauci, advirtió por videoconferencia ante la Comisión de Salud, Trabajo y Pensiones del Senado que “las consecuencias pueden ser realmente graves” si las ciudades y estados reabren la economía con demasiada rapidez.

Por su parte, desde que se detectó el primer caso de Covid-19 en Brasil, la administración del Presidente Jair Bolsonaro se ha negado a aplicar una cuarentena total en todo el territorio, bajo la premisa de mantener la actividad económica y el empleo. Luego de haber calificado al coronavirus como una “gripecita”, Bolsonaro reconoció que la sociedad brasileña se enfrenta a su “mayor desafío”. Sin embargo, afirma que no hay mucho por hacer porque la pandemia finalmente contagiará al “70% de la población”, según consigna la cadena rusa RT.

Jair Bolsonaro, Presidente de Brasil. Foto: Reuters

Al respecto, la OPS dijo ayer que ve con “preocupación” la propagación del Covid-19 en Brasil y urgió a las autoridades a seguir implementando las medidas para contener su avance. “Ciertamente, el aumento de casos en los últimos días es motivo de preocupación y la llamada es a continuar fortaleciendo las medidas y las acciones recomendadas por la OMS y la OPS”, dijo Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud de la OPS.

Al pasar revista a lo ocurrido en los últimos meses, la OMS ha llegado a la conclusión de que las advertencias que emitió al principio de la crisis no fueron escuchadas como debió haber sido. “La gente se concentró en la información que decía que el 80% de la gente se recuperaba bien y no necesitaba hospitalización”, sostuvo Harris. En ese momento no hubo consciencia de que el 20% restante -que representaba los casos severos y críticos- “es una cantidad gigante y que si no eran tratados, una buena parte de ellos iban a morir”, concluyó.