La situación de los derechos humanos se "deterioró gravemente" el año pasado en Hong Kong, lamentó el martes Amnistía Internacional en un informe, que señala un retroceso de las libertades de expresión y de manifestación.
La organización de defensa de los derechos humanos denuncia especialmente la amplia interpretación que hacen las autoridades de Hong Kong del término de "seguridad nacional".
"Al concepto de 'seguridad nacional' como lo utiliza el gobierno de Hong Kong le falta claridad y estabilidad jurídica y es aplicado de forma arbitraria para silenciar la disidencia y la oposición política", explica el informe.
Estas restricciones tienen un efecto disuasorio en el ejercicio de los derechos, añade la ONG, que pone de relieve el aumento de la autocensura en la excolonia británica.
El informe cita, entre otros casos, las acciones judiciales contra líderes de movimientos prodemocracia, la expulsión de un periodista británico, la prohibición de un partido independentista o la invalidación de varias candidaturas en las elecciones locales.
Todo esto es "una sombra para la libertad de reunión" en Hong Kong, prosigue el informe, que expresa su preocupación por si estas acciones judiciales pueden abrir la vía a otras condenas.
En virtud del principio "Un país, dos sistemas", que rigió tras la retrocesión por Reino Unido en 1997, Hong Kong disfruta de derechos como el de la libertad de expresión, desconocidos en el resto de China.
Pero hay muchas personas que consideran que Pekín desempeña una influencia cada vez mayor sobre los asuntos de Hong Kong y un retroceso de las libertades.