El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales recuperó el poder que ostentó entre 2006 y 2019. Y no solo porque Luis Arce, uno de los suyos, asumió días atrás la Presidencia de Bolivia, sino porque también ahora pasará a controlar el Senado, que estará presidido por Andrónico Rodríguez, un masista de 32 años cuyo mentor no es otro que el propio Evo. Líder cocalero al igual que el expresidente boliviano, Rodríguez es sindicado como el “heredero” natural de Morales y encabeza el recambio generacional al interior del MAS.

“Creo que soy parte de la renovación del partido y es el momento oportuno tal como me lo ha expresado el Presidente. Muchos dicen “Evo hasta que se muera” o “Evo 2030”, (pero) eso no va a pasar. Él nos dice, si no es con Evo, el proceso igual debe continuar y para eso están ustedes”, señaló Rodríguez en conversación con La Tercera el 18 de octubre de 2019.

Tan solo dos días después de estas declaraciones se llevaron a cabo los comicios que en primera instancia dieron por ganador al binomio de Evo Morales y Álvaro García Linera, con un 47% de los votos. Esto impulsó acusaciones de fraude electoral que fueron respaldadas por la OEA y que derivó en 21 días de movilizaciones exigiendo la anulación de los resultados.

Posteriormente, el 10 de noviembre, Morales renunció al cargo y se autoexilió, primero en México y luego en Argentina. Sin embargo, un año después de lo que el MAS cataloga como un “golpe de Estado”, el masismo ha vuelto al Palacio Quemado con Luis Arce a la cabeza. Uno de los líderes que nunca salió del territorio boliviano en medio de la crisis política y social fue Andrónico Rodríguez, apodado por su círculo cercano como “Andy”, y que también fue carta presidencial.

En las recientes elecciones, Rodríguez fue electo senador por su natal Cochabamba para el periodo 2020-2025 y declaró ante la Contraloría General del Estado (CGE) solo una propiedad a su nombre, activos por US$ 2 mil; sin deudas ni rentas.

El joven nació en 1990 del matrimonio entre Carlos Rodríguez y Sinforosa Ledezma, y en la familia son tres hermanos. Entre jugar con los amigos o hacer otra cosa, Andrónico prefería ir a las reuniones con su padre, donde las discusiones se centraban en la falta de luz eléctrica, agua potable y canales de riego.

A pesar de esto, una de las escenas que quedaron grabadas en su memoria ocurrió en medio de la política de erradicación de la coca impulsada por el expresidente Hugo Banzer y luego seguida por Jorge “Tuto” Quiroga. “Teníamos muros muy precarios de madera en mi escuela y militares ingresaron rompiendo todo. Parecía una película. Entraron a las aulas con sus fusiles. Ahí vi por primera vez de frente a los gringos, altos, de gafas oscuras y gritando inglés. Eso no se olvida nunca. La represión era incontenible porque tenían el plan “Coca Cero, Cocalero Cero”, señaló Rodríguez, parte de la “Generación Evo”, ya que con solo 15 años lo vio asumir en el cargo que ostentó hasta 2019.

Después de su periodo escolar en el Trópico de Cochabamba se trasladó a la capital regional para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad San Simón. Desde ahí ocupó diversos cargos en sindicatos cocaleros hasta que fue designado vicepresidente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de la que Evo Morales es su jefe.

“Andrónico representa lo que se conoce como sujeto plurinacional, es decir, alguien que agrega varias cualidades como una identidad aymara o quechua campesina bien marcada; mundo dirigencial, pero también alguien que estudia en la universidad y asciende a la clase media. Tiene un pie en las organizaciones sociales y otro en las ciudades. Representa otro momento del MAS, no es necesariamente un soldado de Evo. Es alguien que está ahí para reconducir el proceso político, no un caudillo, sino una base más extendida”, señala a La Tercera el politólogo boliviano Marcelo Arequipa.

De los 36 senadores electos, 21 son del MAS y todos llegan por primera vez a la Cámara alta. A pesar de esto, la prensa boliviana criticó la cercanía de Andrónico con Evo pese a que el nuevo gobierno ha preferido tomar distancia del exmandatario, señalando que no ocupará ningún cargo en el gobierno.

Justamente, fue Andrónico el que anunció el 27 de octubre que Morales emprendería el regreso el 9 de noviembre para llegar el 11 de noviembre a Cochabamba mediante una caravana desde Villazón, ciudad boliviana fronteriza con Argentina.