La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró el miércoles que se encontraba "muy bien" poco después de sufrir una nueva crisis de temblores durante un acto oficial, la tercera de este tipo en menos de un mes.
"Estoy muy bien, no hay que preocuparse", aseguró la dirigente, que cumplirá 65 años dentro de una semana, después de que su cuerpo temblara durante un acto en la cancillería junto al primer ministro finlandés Antti Rinne.
La oficina de Angela Merkel no ha facilitado explicaciones sobre estos episodios, que han generado especulaciones en los medios sobre su causa. La canciller, de 64 años, no tiene un historial de problemas graves de salud.
"La canciller está bien y las conversaciones con el primer ministro finés avanzan según los planeado", dijo un portavoz gubernamental.
Más tarde, la canciller dijo a los periodistas que se encuentra bien y no es necesario que se preocupen por ella.
Los tres episodios
Tras el primer episodio de temblores, ocurrido el 18 de junio durante la recepción del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, Angela Merkel dijo que se sintió mejor después de beber un poco de agua.
También fue vista afectada por temblores el 27 de junio, cuando se reunió con el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, pero su portavoz aseguró que estaba bien y siguió adelante con su viaje previsto a Japón para participar en la cumbre del G-20. Un funcionario gubernamental dijo a Reuters que se trata de un asunto más bien psicológico, ya que intenta evitar de forma desesperada una repetición.
Después de 14 años en el poder, Angela Merkel es famosa por su ética de trabajo y por aguantar más que otros líderes en las cumbres, en medio de duras y complejas negociaciones que prosiguen hasta bien entrada la noche.