Premunido de un rifle semiautomático AR-15, Nikolas Cruz, de 19 años, eligió el Día de San Valentín para sembrar -durante seis minutos- el terror y la muerte en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida. Esgrimiendo ideas suicidas y que estaba furioso de que abusaran de él en la escuela, el 14 de febrero pasado el exalumno masacró a 14 estudiantes y tres profesores. Seis meses después, en un interrogatorio policial, confesaría que "voces" le murmuraban dentro de su cabeza: "Quema. Mata. Destruye".
Un año después de esa matanza que conmocionó a Estados Unidos y al mundo, 43 alumnos y docentes que sobrevivieron al tiroteo publicaron el libro Parkland Speaks (Parkland habla), en el que relatan los minutos de horror que vivieron.
Editado por Sarah Lerner, docente de escritura y periodismo de esa escuela de Florida, esta colección "íntima" de relatos incluye poesía, cartas, discursos, extractos de diarios personales, dibujos y fotos que evidencian las pérdidas humanas y "una manifestación para el cambio y la esperanza de un futuro seguro", señala la editorial Crown Books for Young Readers.
La propia Lerner describe en el libro el impacto que tuvo el tiroteo en su vida. "Perdí mi sentido de inocencia. Perdí mi sentido de seguridad. Perdí mi capacidad de ver el mundo como lo había hecho unas horas antes. Daría cualquier cosa por volver atrás", señala.
Para Lerner, como para toda la comunidad de la escuela de Parkland, había sido una jornada normal. Ese día la profesora había interrogado a sus alumnos sobre el libro "1984" de George Orwell. Para que no la consideraran un "monstruo total" por interrumpir el Día de San Valentín, la profesora les regaló chocolates. Eso hasta que Cruz inició el tiroteo infernal. Lerner y algunos estudiantes se acurrucaron hasta que los oficiales del SWAT los encontraron y se los llevaron.
En su poema "Primera noche", la alumna Brianna Jesionowski también recuerda ese trágico día. "¿Cuántos mató? Después de horas de no dormir, mis ojos se cierran, mientras sigo llorando, hay una sensación en mis entrañas, me despierto gritando, los recuerdos atormentan mi cabeza", escribió.
Nikolas Cruz, quien fue detenido el día del tiroteo, enfrenta 17 cargos por asesinato premeditado y otros 17 por intento de asesinato, por los que puede ser condenado a muerte.