Se le complica a Fernando Haddad su plan de estructurar una "alianza democrática" para impedir el triunfo de Jair Bolsonaro en la segunda vuelta del 28 de octubre. En una jornada de definiciones partidarias, varias de las colectividades de los candidatos presidenciales que quedaron fuera de la contienda manifestaron ayer su neutralidad en el balotaje, reduciendo las posibilidades del abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) de revertir la aplastante derrota sufrida el domingo.
El Partido Progresista (PP) divulgó un documento en el que declara que mantendrá una postura de "absoluta exención y neutralidad" en la segunda vuelta. El PP integra el llamado bloque del "Centro" y en la primera vuelta participó en la coalición del candidato del PSDB, Geraldo Alckmin. Este último, a su vez, habría indicado que no pretende apoyar ni a Haddad ni a Bolsonaro, según informó Folha de Sao Paulo citando a aliados del abanderado tucano, que sufrió una aplastante derrota, al quedar cuarto con solo un 4,76%. El referente del PSDB, el expresidente Fernando Henrique Cardoso, afirmó en su blog que "ninguno de los dos es de mi agrado, pero Bolsonaro está excluido. No tiene sentido", comentó.
Otra colectividad que manifestó su neutralidad fue el Partido Novo. La agrupación de João Amoêdo, quien en las elecciones obtuvo un 2,5% de los votos, declaró que es "absolutamente" contraria al PT, que, según Novo, "tiene ideas y prácticas opuestas a las nuestras".
El partido que sí le declaró su apoyo a Haddad fue el PSOL, del candidato Guilherme Boulos, que quedó décimo en las elecciones, con un 0,58% de los votos. En una entrevista con La Tercera previa a los comicios, Boulos dijo que "en la segunda vuelta estamos seguros de que el apoyo estará con el representante del campo democrático".
Pero el apoyo que más ansía Haddad es el de Ciro Gomes, el candidato del PDT, que el domingo llegó tercero, con un 12,47% de los votos. El presidente del partido, Carlos Luppi, afirmó el lunes que Gomes quería que su colectividad declarara un "apoyo crítico" al petista "sin participar en el gobierno".
Bolsonaro, por su parte, recibió el respaldo del Partido Laborista Brasileño (PTB), una formación de centro.
Votos por conquistar
Lo que está en juego en el balotaje, escribió la columnista de Folha de Sao Paulo, Eliana Passarelli, es el 33,48% de los electores que no votaron ni por Bolsonaro ni por Haddad en primera vuelta. Los 11 candidatos que quedaron fuera de competencia obtuvieron el 24,69% de los votos, los que sumados a los nulos (6,14%) y los blancos (2,65%) dan la cifra citada por Passarelli. En estos comicios la abstención alcanzó el 20,3%, la tasa más alta desde 2002, según consignó la Agencia Brasil.
Pero los problemas de Haddad no son solo con las cifras. En el PT han surgido voces que lo presionan para que se desmarque de la imagen de Lula, que para algunos analistas a estas alturas ya se ha convertido en un lastre, considerando el fuerte antipetismo que ha caracterizado esta campaña.