En una visita sorpresa, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aterrizó en Ucrania este miércoles, anunciando nuevos paquetes de ayuda de Washington a los esfuerzos militares del país. En Kiev, Blinken se reunió con el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y anunció más de mil millones de dólares adicionales en ayuda militar.
El paquete financiero incluye fondos para equipos destinados a limpiar las minas colocadas por Rusia, obstáculos que han impedido significativamente el progreso de Ucrania, así como 203 millones de dólares para erradicar la corrupción en las instituciones ucranianas. Kiev despidió a su ministro de Defensa la semana pasada tras acusaciones de corrupción contra funcionarios de su departamento, destacó The Wall Street Journal.
En una entrevista junto con el canciller ucraniano Dmytro Kuleba, el jefe de la diplomacia norteamericana señaló: “Queremos asegurarnos de que Ucrania tenga lo que necesita, no solo para que su contraofensiva triunfe, sino para el largo plazo, para que tenga un poder de disuasión fuerte”.
“Estoy aquí, ante todo, para demostrar nuestro apoyo continuo y decidido a Ucrania mientras se enfrenta a esta agresión”, dijo Blinken. Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania más de 40.000 millones de dólares en ayuda militar desde el inicio de la guerra.
La visita de Blinken llega en un momento clave en la guerra contra Rusia, a medida que la contraofensiva de Kiev pareciera estar, después de meses estancada, avanzando. Mientras generales ucranianos aseguran “haber roto la primera línea de defensa rusa”, el Presidente ruso Vladimir Putin dijo que la contraofensiva “no está estancada, sino que fracasó”.
Durante mucho tiempo, la anunciada contraofensiva ucraniana, que se venía anunciando desde inicios de año y oficialmente empezó en junio, parecía estancada, con las líneas en el frente casi sin movimiento. En los últimos días, sin embargo, las fuerzas ucranianas han conseguido avanzar en el sur, cerca de Zaporiyia.
La viceministra de Defensa ucraniana Hanna Maliar aseguró que las fuerzas de su país habían sido capaces de romper la primera línea de defensa de las fuerzas rusas, y que ahora continuaban su contraofensiva cerca de Melitopol. “Nuestras fuerzas han tenido éxito cerca de Novodanylivka y Novoprokopivka”, señaló la ministra, ambos pueblos en Zaporiyia, además de el reinicio de los combates en la ciudad de Bajmut.
El objetivo original de la contraofensiva era liberar los territorios de Zaporiya, Donetsk, Luhansk y Kherson: parte de estas regiones son ocupadas actualmente por fuerzas rusas. Asimismo, Kiev se propone retomar la península de Crimea, que Moscú había anexado ilegalmente en 2014.
“Estamos ahora entre la primera y la segunda línea defensiva”, dijo en una entrevista a The Observer el general Oleksandr Tarnavskiy, detallando en que están extendiéndose en ambos lados del frente y consolidando los territorios tomados en combates recientes.
“En el centro de la ofensiva, estamos completando la destrucción de las unidades enemigas que proveen cobertura al retiro de las tropas rusas, detrás de su segunda línea defensiva”, indicó Tarnavskiy. “El enemigo está agotando sus reservas, no solo de soldados en Ucrania, sino también desde Rusia. Tarde o temprano, a los rusos se les acabarán sus mejores soldados. Esto nos da el ímpetu para atacar más y más rápido, tenemos todo por delante”.
El lento avance militar que estaba teniendo la contraofensiva entre junio y julio había terminado motivando a algunos gobiernos occidentales a considerar las negociaciones con Putin como un fin de la guerra. Esa posición había sido rechazada de plano por Ucrania, donde muchos en el gobierno creen que solo una derrota total evitará que Rusia intente una futura invasión: para Kiev, cualquier cesión de territorio habría sido “premiar” a Moscú por su uso de la fuerza, dándole una razón para intentarlo de nuevo en el futuro.
“Si dejamos de avanzar, el enemigo va a juntar más fuerzas. Tenemos que alcanzar las fronteras que Ucrania tenía en 1991. No queremos ver a nuestros hijos o nietos peleando contra los rusos”, aseguró Tarnavskiy en su entrevista a The Observer.
En tanto, el Presidente ruso Vladimir Putin volvió a asegurar que la contraofensiva ucraniana estaba resultando un fracaso. En una conferencia de prensa al lado del Presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en Sochi, Putin negó las victorias conseguidas por Ucrania, y aseguró que la contraofensiva “está fracasada, no estancada”.
Pocas horas antes de la llegada de Blinken a Kiev, la ciudad estuvo bajo alerta de ataques aéreos desde Rusia, en los que se incluyeron ocho misiles y 25 drones iraníes, señalaron las fuentes locales. Las defensas aéreas ucranianas habrían destruido 23 de esos objetivos.
Otro ataque, esta vez en el este del país, mató a 17 personas, y el Presidente ucraniano condenó el ataque, que golpeó un mercado en la ciudad de Kostiantynivka, en Donestk, cerca del frente de batalla. Zelensky dijo que un mercado, tiendas y una farmacia habían sido atacados en la ciudad industrial cercana al campo de batalla, al tiempo que aseguró que hubo un niño entre los muertos, y que al menos 32 personas resultaron heridas en el ataque.
“El mal ruso debe ser derrotado lo antes posible”, afirmó Zelensky sobre el ataque en Telegram. “Cuando alguien en el mundo todavía intenta lidiar con algo ruso, significa hacer la vista gorda ante esta realidad. La audacia del mal. El descaro de la maldad. La inhumanidad absoluta”.