Por quinta vez desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada -en diciembre de 2015- Argentina amaneció hoy con las principales calles y avenidas del país prácticamente vacías. Una contundente adhesión, de al menos 70 sindicatos, a la paralización general convocada por la Confederación Nacional del Trabajo (CGT), interrumpió los servicios de colectivos, trenes, metro, bancos e incluso aeropuertos, con todos vuelos cancelados, tanto nacionales como internacionales. Esto, a cinco meses de las elecciones de octubre en las que Macri aspira a la reelección en un momento en que la economía no levanta cabeza.
Con la nueva movilización, el Presidente sumó un récord negro en comparación con la administración kirchnerista. Esto porque Cristina Kirchner también tuvo que hacer frente a cinco paros nacionales. Sin embargo, la gran diferencia con Macri es que la actual senadora y candidata a la Vicepresidencia los enfrentó en dos gobiernos, es decir, en un período de ocho años. Eso sí, tanto en su período como ahora, la CGT ha estado alineada con el peronismo.
Con pocos locales abiertos en Buenos Aires, las imágenes de estaciones como las de Retiro, Once y Constitución o la tradicional Avenida 9 de Julio, se replicaron en el resto de las provincias en una jornada donde la gran mayoría del arco sindical disparó contra el modelo económico del actual gobierno, en vísperas del inicio de la campaña electoral para las primarias del 11 de agosto y las presidenciales del 27 de octubre. Aunque la inflación ha comenzado a darle un leve respiro a Macri, con la primera desaceleración de 2019 (en abril llegó a 3,4%, frente al 4,7% de marzo), el aumento es de 55,8% en los últimos 12 meses.
Una de las principales quejas de los argentinos tiene que ver con el "tarifazo", es decir, el alza de las cuentas de los servicios básicos. Los pasajes del transporte público han experimentado un aumento del 40%, las cuentas de luz un 1.925% entre diciembre de 2015 y abril de 2019 en Buenos Aires, el gas un 35%, el agua un 48% y la nafta un 13% en lo que va de 2019.
En medio de las turbulencias desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reveló la estimación del costo económico que representa el quinto paro general. Así, dijo que son $40.500 millones de pesos los que Argentina pierde en esta movilización (unos US$ 1.012.500), 6.000 pesos más que el de la edición del 29 de abril.
"Es un desastre lo que está pasando"
Desde la otra vereda, el líder de los camioneros, Hugo Moyano, defendió el acatamiento de la paralización que se extenderá por 24 horas, llevada a cabo por casi la totalidad de los gremios transandinos. "Ha sido realmente efectivo", dijo el dirigente sindical. Desde la sede de la CGT, ubicada en el barrio de Constitución y escolado por sus compañeros, Moyano aseguró que "es un desastre lo que está pasando" en Argentina y que la convocatoria "muestra una vez más la necesidad del trabajador de expresar el mal momento que se está viviendo".
Mientras manifestantes copaban las cercanías del Obelisco, el tradicional punto de encuentro para este tipo de convocatorias, sonidos de ollas y cacerolazos se mezclaban con gritos de consignas que exigían al gobierno frenar la actual crisis económica. En 2018 la economía terminó con una recesión de -2,5%, que el Ejecutivo no ha podido revertir aplicando incluso un importante paquete de medidas de reactivación.
Desde el pasado 18 de mayo, día en que Cristina K anunció su candidatura a la Vicepresidencia, como compañera de fórmula de su exjefe de gabinete, Alberto Fernández, la expresidenta puso acelerador al calendario electoral de cara el cierre de listas el próximo 22 de junio. En ese escenario, tanto Macri como la Casa Rosada han mantenido bajo completo hermetismo quién acompañará al actual mandatario en la papeleta.
Sobre lo anterior, el experto político argentino, Rosendo Fraga, explicó a La Tercera que "en Cambiemos hay conciencia de que con Macri será difícil ganar, pero el Presidente sigue decidido a no dar un paso al costado para permitir la candidatura presidencial de (María Eugenia) Vidal".
Sin embargo, y pese a los distintos frentes que tiene en contra a nivel político y económico, especialmente luego de que el lunes el radicalismo -que junto al PRO integran Cambiemos- condicionó su permanencia en la coalición a la fórmula presidencial de Macri, las calles tampoco darán un respiro al Presidente durante la campaña. "No puedo definir si va a ser el último, el anteúltimo o no sé cuantos paros más pueden venir", advirtió Moyano en la conferencia de prensa.