Los astronautas Frank Borman, Bill Anders y James Lovell no debían haber visitado nunca la Luna. La Nasa les había signado la misión Apollo 9, que solo cumpliría algunas pruebas rutinarias en la órbita baja de la Tierra, preparando la tecnología para un futuro alunizaje.

Pero los temores de que los soviéticos escalarían el satélite antes que EE.UU. puso presión en la agencia espacial, que hizo una rápida reasignación numérica: ellos encabezarían la misión Apollo 8, cuatro meses antes de su vuelo original, y su destino final sería la Luna.

Lanzada el 21 de diciembre de 1968, la nave cumpliría tres históricas marcas: los tres hombres serían los primeros humanos en ver la esfericidad de la Tierra, los primeros en abandonar la órbita terrestre (o metafóricamente los primeros en salir del planeta) y los primeros en llegar a la Luna, aun cuando no aterrizaran en ella.

Tras llegar al satélite, luego de tres días de viaje y mientras observaban perplejos desde su estrecha ventanilla la irregular superficie lunar, Borman, Anders y Lovell hicieron un inesperado descubrimiento: elevándose por encima del horizonte emergió la Tierra, observándola como ningún humano lo había hecho. Anders corrió tras la cámara para captar el celestial momento, capturando una de las más icónicas fotografías del siglo XX, "Amanecer de la Tierra".

El retrato terrícola fue tomado el 24 de diciembre de 1968 por Anders, y muestra la Tierra elevándose detrás del horizonte lunar. La imagen se transformó en la postal que graficó la primera vez que la humanidad salió del planeta.

Nada en esta misión sería sencilla. El colosal Saturno V era una auténtica bomba voladora. Solo tenía dos lanzamientos previos. Uno exitoso y otro en el que explotó.

Las probabilidades de éxito eran tan inciertas, que Christopher Kraft, director de vuelo de la misión, le dijo a Susan, esposa de Borman, que las probabilidades de que su esposo regresara eran 50 y 50, según cuenta Teasel Muir-Harmony autora del recién estrenado libro, Apolo a la Luna: Una historia en 50 objetos, que relata los detalles del histórico viaje.

Todas las misiones Apollo sucesivas serían tripuladas, y aunque la 11 -la primera en alunizar- y la 13 -recordada por la frase "Houston, tenemos un problema"- fueron quizás las más célebres, muchos creen que la 8 fue técnicamente la que permitió el primer alunizaje.

Según Klaus von Storch, oficial en retiro de la Fuerza Aérea y candidato a astronauta, el Apollo 8 fue fundamental para los planes de la Nasa y para las futuras misiones. "Por primera vez se visualizó la Tierra completa, fueron los primeros hombres en abandonar la órbita terrestre y los primeros en lograr entrar en la órbita lunar. Todos grandes hitos para la humanidad", dice.

En su viaje, además, lograron otra decena de hitos, como ser los primeros humanos que no experimentaron la noche y la primera vez que los humanos fueron expuestos a la radiación del espacio profundo. Viajaron más lejos de lo que ningún humano lo había hecho jamás.