La Santa Sede informó hoy que el Papa Francisco cambió el nombre del Archivo Secreto Vaticano por el de Archivo Apostólico Vaticano con un "motu proprio".
"A partir de ahora, el actual Archivo Secreto Vaticano, sin cambiar nada de su identidad, de su estructura y de su misión", se denominará "Archivo Apostólico Vaticano".
El documento tiene fecha del 22 de octubre y será promulgado con "su publicación en el diario 'L'Osservatore Romano', entrando en vigor inmediatamente después de dicha publicación, para incorporarse inmediatamente a los documentos oficiales de la Santa Sede".
El Papa recuerda que el Archivo Secreto Vaticano, que tiene una historia de más de cuatrocientos años, nació "del núcleo documental de la Cámara Apostólica y de la Biblioteca Apostólica (llamada Bibliotheca secreta) entre la primera y segunda década del siglo XVII".
Inicialmente recibió el nombre de Archivum novum, luego pasó a ser Archivum Apostolicum y después, en torno a 1646, Archivum Secretum.
Jorge Bergoglio admite que su apertura oficial "a los investigadores de todos los países se produjo solamente en 1881", pero recuerda que "entre los siglos XVII y XIX, muchas obras eruditas pudieron ser publicadas con la ayuda de copias documentales fieles o auténticas que los historiadores obtuvieron de los custodios y prefectos" de este archivo.
"Tanto es así que el famoso filósofo y matemático alemán Gottfried Wilhelm von Leibniz, que también se sirvió de él, escribió en 1702 que podría considerarse en cierto modo el Archivo Central de Europa", dice Bergoglio.
El Papa indica que "el término Secretum (...) estaba justificado porque indicaba que el nuevo Archivo", querido por el papa Pablo V hacia 1610-1612, "no era otro que el archivo privado, separado y reservado" del pontífice.
Sin embargo, "con los progresivos cambios semánticos que se han producido en las lenguas modernas y en las culturas y sensibilidad social de las diferentes naciones, en mayor o menor medida, el término Secretum ha comenzado a ser malinterpretado y a llenarse de matices ambiguos, incluso negativos".
El Papa ha escuchado a prelados, colaboradores cercanos y también a los superiores de este archivo y ha optado por modificar su denominación por "Archivo Apostólico Vaticano".
Este nombre "resalta el estrecho vínculo entre la Sede Romana y el Archivo, instrumento indispensable del ministerio petrino, y al mismo tiempo subraya su dependencia inmediata del pontífice, como ya sucede en paralelo con el nombre de la Biblioteca Apostólica Vaticana".
Finalmente el Papa señala que desclasificará la documentación del pontificado de Pío XII a partir del 2 de marzo de 2020.