Mientras el presidente de Francia, Emmanuel Macron, estaba participando de la cumbre del G20 en Buenos Aires, las protesta en París, protagonizadas por los "chalecos amarillos", generaron graves daños el Arco del Triunfo y a otras estructuras públicas, cientos de heridos y 412 detenidos.
La jornada de ayer fue el tercer sábado consecutivo que se realizaron este tipo de protestas en contra de la aumento del precio del diésel, cuyo valor se acerca cada vez más al de las bencinas, y que terminó con enfrentamientos entre los agentes de seguridad y los manifestantes. Esta vez, a la consigna se sumó el pedido de que el mandatario dimita de su cargo.
"Macron, dimisión" y "Por menos que esto hemos cortado cabezas", fueron algunas de las frases que se podían leer en el Arco del Triunfo durante la mañana y que están siendo borrados por los equipos de limpieza de la ciudad de París.
Incluso había un insulto escrito en español que aludía directamente al mandatario francés.
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Foto: Reuters[/caption]
La postal de ayer, donde se veían gases lacrimógenos, autos en llamas y desmanes cerca de los Campos Elíseos hoy fue cambiada por cientos de trabajadores municipales ordenando la ciudad y limpiando el monumento histórico francés.
El Gobierno francés no descarta decretar el estado de emergencia después de los graves eventos que tuvieron lugar ayer en París, según comentó hoy su portavoz, Benjamin Griveaux, que aseguró que "todas las medidas deben ser estudiadas".
"Hay que pensar en todas las medidas que podamos tomar para evitar que este tipo de gravísimas manifestaciones de violencia en la vía pública no se reproduzcan" en la capital, respondió Griveaux al ser preguntado por la emisora "Europe 1" sobre la posible instauración del estado de emergencia.