Argentina lanzó el miércoles una ofensiva contra pandillas narcotraficantes en la ciudad agrícola de Rosario, incorporando a unos 575 miembros del personal de seguridad después de una serie de ataques que incluyeron el asesinato de un niño de 11 años y una amenaza contra la estrella de fútbol mundial Lionel Messi.

La ciudad portuaria ubicada en la provincia de Santa Fe, que tiene un historial de violencia, ha visto alrededor de un asesinato por día este año, lo que ha sacudido al país y ha provocado una gran respuesta nacional del Gobierno del presidente Alberto Fernández.

“Hemos traído fuerzas federales lo suficientemente importantes como para actuar en cada uno de los lugares”, sostuvo el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández en una presentación en Rosario.

“Hemos venido a hacer eso, a trabajar sin destajo (...) para llegar al fondo de la cuestión”, expresó.

“Messi, te estamos esperando”

En las calles de Rosario, los periodistas de Reuters vieron vehículos blindados y patrullas que realizaban registros y verificaciones de documentos. Mucha gente habló de su miedo a las bandas criminales.

“Si salís hay que estar pendiente de los chicos, de las criaturas, de la gente grande, todo”, dijo Roxana, una vecina de 47 años de un barrio carenciado de Rosario.

“Siempre hay miedo por los chicos y por nosotros mismos que trabajamos.”

En una pared en una de las calles se puede leer la palabra “muerte”. En otra zona, un grupo de vecinos destruyó una casa que supuestamente pertenecía a bandas de narcotraficantes en represalia por el asesinato del niño de 11 años.

“Acá hay muertes por todos lados y eso no puede pasar en nuestro pueblo, en la Argentina”, dijo Oscar Ruíz, un vecino de la ciudad.

La violencia saltó a los medios de comunicación con mayor énfasis a principios de marzo, cuando dos personas en motocicletas dispararon contra un supermercado perteneciente a la familia de la esposa de Messi, Antonela Roccuzzo, dejando un mensaje: “Messi, te estamos esperando”.

El ministro Fernández dijo que el problema es mucho más profundo.

“Estamos hablando de barrios que padecen esta presencia porque roban, porque presionan, porque aprietan a la gente y porque lastiman,” agregó.