Luego de "una compleja y extensa investigación", la policía logró arrestar a una mujer de 50 años que habría escondido agujas al interior de frutas que se vendía en un supermercado en Queensland, Australia.

El hecho se reportó por primera vez en septiembre, luego de que un hombre en Queensland tuviera que ser trasladado al hospital por intensos dolores estomacales por ingerir una frutilla contaminada.

Tras este hecho, fueron más de 100 denuncias de agujas al interior de las frutillas que comenzaron en toda Australia y que llegó hasta Nueva Zelanda.

Esto obligó que campesinos fueran forzados a botar toneladas de frutillas y supermercados que tuvieron que sacar frutas de la venta, reportó el medio BBC.

La mujer arriesga entre 10 a 15 años de prisión por manipulación de frutas, de acuerdo a las medidas que tomó el gobierno australiano tras la emergencia.