Carles Puigdemont pasará al menos una noche más en prisión. Después de comparecer durante más de tres horas ante el tribunal de primera instancia de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, el ex líder catalán seguirá bajo custodia policial. Así, ahora se abre un período de hasta tres meses para que los tribunales alemanes decidan si lo entregan o no a España.
Puigdemont fue detenido el domingo por la policía alemana cerca de la frontera con Dinamarca, cuando pretendía volver a Bélgica, donde reside exiliado desde hace cinco meses. Después de la celebración del referéndum sobre la independencia de Cataluña el 1 de octubre, la justicia española acusó a Puigdemont de rebelión y malversación de fondos. Y aunque en un inicio España solicitó la extradición de Puigdemont a Bélgica, más tarde retiró la petición hasta que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, concluyera su pesquisa la semana pasada. El magistrado decretó también que se juzgará a 25 políticos y líderes del movimiento independentista catalán, lo que derivó en masivas movilizaciones en toda la región que generaron enfrentamientos con la policía.
Y mientras la tensión en las calles catalanas va en aumento, la Junta de Portavoces del Parlamento de Cataluña convocó un pleno urgente para mañana para valorar la opción de volver a investir a Carles Puigdemont como presidente.
Sin embargo, el gobierno catalán se encuentra intervenido y por tanto no sería posible realizar dicha investidura. Así, los analistas coinciden en que ahora se abren dos escenarios: aceptar un candidato afín a los intereses de la Moncloa y desde ese escenario, volver a plantear una estrategia independentista a largo plazo o bien, rebelarse y convocar a nuevas elecciones. Este último escenario es compartido por miembros de Esquerra Republicana y la CUP.
El precedente belga
Puigdemont fue detenido a principios de noviembre en Bélgica sobre la base de una orden europea. Sin embargo, los abogados belgas indicaron que algunos de los hechos descritos en los mandatos españoles no tenían el equivalente en Bruselas. Poco después, la justicia española decidió retirar los cargos contra el ex líder catalán.
La orden de detención europea emitida por España es una herramienta de cooperación judicial creada en 2004 para reemplazar los largos procedimientos de extradición entre los Estados miembros de la Unión Europea. Este procedimiento establece que las autoridades judiciales de los 27 estén en contacto directo entre ellas sin que los gobiernos intervengan.
De esta manera, tras la decisión del juez de primera instancia, llegará el turno para la Fiscalía General alemana, que trabaja en coordinación con su símil en España. Este organismo deberá analizar si existen los requisitos para una extradición a España. Para ello Alemania debe tener en su Código Penal un delito que se corresponda con el de la acusación contra Puigdemont. Expertos aseguran que, a diferencia de Bélgica, en el caso de Alemania podría haber correspondencia con el delito de "Alta Traición".