Daniela Benítez, impulsora de la Asociación de Mujeres Artesanas Nivacchei, sostiene una tela confeccionada con fibra de planta karaguatá mientras explica que ese es el resultado de un proyecto para "visibilizar el rol de la mujer" indígena nivaclé, etnia que habita el Chaco paraguayo (noroeste).

"Nuestro enfoque era abrir camino para visibilizar el rol de la mujer y los saberes que tiene la mujer, y levantar el autoestima", dijo Benítez, que en la pasadas elecciones de abril se presentó como candidata al Senado por el movimiento feminista Kuña Pyrenda.

Benítez tomó parte esta semana en la Feria de Arte Popular e Indígena, en Asunción, donde brillaron las piezas textiles confeccionadas por las mujeres de su comunidad.

Una artesanías con fibras vegetales y estampado de rombos que recuerdan "el vínculo" entre las familias, y con tonos marrones, porque "sin la tierra no se puede vivir".

La elección de la artesanía como camino hacia la realización femenina tampoco fue casual, sino una elección a conciencia "para que otras mujeres sean protagonistas de su cultura y de su arte".

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Imagen: EFE/Andrés Cristaldo.[/caption]

"Damos la oportunidad a algunas compañeras que ya han migrado a la cercanía de la zona urbana de que vayan trabajando sin salir de lo que es la cultura, el trabajo, el arte propio de la mujer indígena nivacchei", destacó Benítez.

Además de proporcionar autoconfianza a través de la artesanía, la excandidata a senadora tampoco se quita de la cabeza "la participación política de la mujer indígena".

Por su trayectoria, Benítez se enfrentó a su propio 'cancerbero': "ser mujer, indígenas y no tener plata", pero eso no le frenó para seguir reivindicando la paridad, tanto entre hombres mujeres como entre población indígena y no indígena.

Su intención es aportar "la visión de la mujer" y, en particular, "desde la discriminación" que sufren grupos minoritarios de la población paraguaya.

"La mujer es un todo en el hogar, significa que tiene toda esa experiencia de ir un poquito más allá y, por supuesto, cuidar y tratar de sanear esos dolores que tiene el país", dijo con anhelo esta mujer que no logró el escaño en el Senado, pero que mantuvo su determinación por alcanzar la paridad.

Su activismo le ha llevado a analizar las barreras de las mujeres indígenas con compañeras de Brasil en su misma situación para "visibilizar" y "hacer sentir eso de la toma de decisión".

"Vimos miles de problemáticas que obstaculizan a la mujer para ser candidatas para un cargo", lamentó, aunque afirmó con optimismo que "solo hay que seguir dando un paso, otro paso, hasta llegar a la meta".

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Imagen: EFE/Andrés Cristaldo.[/caption]

En su búsqueda de porqués, Benítez indagó en la problemática de los pueblos indígenas, en los que el hombre trabaja fuera de casa mientras que la mujer permanece en el hogar, sin que brillen las tareas que realiza en ese tiempo.

"La mujer sabe administrar su casa porque tiene que levantarse temprano, porque su hijo, porque su marido, porque tiene que ir a buscar leña, buscar agua, cocinar... Inclusive tiene que hacer milagros para solucionar un problema", manifestó Benítez.

Esas tareas quedan ocultas para un marido que "tiene ocho horas de trabajo" fuera de la casa.

"Viene cansado, ¿y la mujer qué? En todo el día tiene que salir de un lado para otro de la casa, ¿y quién le pregunta si está cansada? Nadie", puntualizó.

Para que esas horas de la mujer en la casa no queden en la sombra, Benítez apuesta por la concienciación de "parientes líderes que son varones", a los que les hacen bucear en su memoria para que recuperen las figuras de sus abuelas, madres y demás mujeres que cuidaron de ellos durante su vida.