El arzobispo Carlo María Viganò, un alto clérigo italiano que había pedido la renuncia del Papa Francisco, dijo el jueves que el Vaticano lo acusó de cisma y de negar la legitimidad del Pontífice.
Viganò, enviado papal en Washington de 2011 a 2016, dijo que había sido convocado al Palacio del Santo Oficio en el Vaticano el jueves, ya sea en persona o a través de un abogado canónico.
“Supongo que la sentencia ya está preparada, dado que se trata de un proceso extrajudicial”, dijo en X, en referencia a un mecanismo de vía rápida utilizado por la Iglesia.
Viganò, de 83 años, no dijo si asistió o estuvo representado.
El arzobispo pasó a la clandestinidad en 2018 después de que los medios conservadores publicaran una declaración de 11 páginas en la que alegaba que el Papa sabía desde hacía años sobre la conducta sexual inapropiada del cardenal estadounidense Theodore McCarrick y no hizo nada al respecto.
El Vaticano ha rechazado la acusación de encubrimiento de conducta sexual inapropiada. No estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios el jueves.
Viganò dijo que fue informado de las acusaciones en su contra por la oficina doctrinal del Vaticano, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
“Considero las acusaciones en mi contra como un honor”, añadió.
El documento del Vaticano advirtió a Viganò que sería juzgado en ausencia si no se presentaba o no presentaba una defensa por escrito antes del 28 de junio.
Los posibles castigos podrían incluir la destitución del cargo religioso o la prohibición del ejercicio del ministerio.
“El arzobispo Viganò ha adoptado algunas actitudes y algunas acciones por las que debe responder”, dijo el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, en un informe en el sitio web Vatican News.
Los medios italianos informaron en el pasado que Viganò estaba molesto porque el ex Papa Benedicto nunca lo nombró cardenal o porque Francisco bloqueó su avance en la Iglesia.