La asamblea general de Naciones Unidas demandó este miércoles el fin del embargo impuesto hace más de seis décadas por Estados Unidos sobre Cuba, una petición que se repite año tras año y frente a la que sólo han votado en contra los representantes estadounidenses y de Israel.
El régimen cubano obtuvo nuevamente el apoyo de 187 naciones y sólo Moldavia optó por la abstención para levantar el bloqueo que se mantendrá por decisión de los gobiernos de EE.UU. y de Israel.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, celebró en redes sociales que un año más “el pequeño David volvió a vencer al gigante Goliat”, si bien asume que la administración norteamericana “ignorará” lo que es una “demanda mundial”. “La dignidad de este pueblo y la solidaridad universal han vuelto a derrotarlo”, enfatizó.
“El presidente (de Estados Unidos) Joseph Biden, con sorprendente mimetismo, ha dejado intacto el régimen coercitivo de su predecesor (Donald Trump) y lo ha aplicado consciente de sus consecuencias devastadoras”, afirmó a su vez el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, desde el estrado de Naciones Unidas justo antes de la votación.
La resolución titulada ‘Necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba’, y que se presenta con periodicidad anual, se reafirma en “la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en asuntos internos, y la libertad de comercio y navegación internacionales”.
“Dejad a Cuba vivir en paz”
En su discurso ante la asamblea general, Rodríguez Parrilla definió las sanciones contra Cuba como “medidas inhumanas y propias de una guerra económica extrema” con las que EE.UU. busca lanzar una advertencia a “toda nación que se atreva a defender con firmeza su soberanía y construir su propio futuro”.
“Let Cuba live in peace”, “dejad a Cuba vivir en paz”, dijo el canciller cubano combinando inglés y español bajo la mirada impertérrita del único representante de la delegación estadounidense en la sala.
Por otra parte, si en asambleas anteriores de la ONU las muestras de apoyo más contundentes a la causa cubana llegaron por parte de Rusia, de miembros del Movimiento de Países No Alineados o de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), esta vez Irán fue quien se pronunció con mayor vehemencia contra EE.UU.
El bloqueo a Cuba “es una amenaza para el multilateralismo. Las sanciones son un método de conseguir objetivos nacionales mezquinos que amenazan la paz y seguridad internacional”, aseveró el embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani.