Cada cierto tiempo, en todas partes del mundo, un hecho terrible ocurre y alguien propone, a forma de solución, que “nuestro país debería salirse de los Derechos Humanos”. Esta vez, ese alguien fue la presidenta de Perú, Dina Boluarte, luego del terrible asesinato de una niña que ha conmocionado a la opinión pública.
La mandataria conservadora aseguró que “llegó el momento” de discutir el restablecimiento de la pena capital, que lleva 45 años desde que se abolió en el país sudamericano, y que solo se reservaba a los “traidores a la patria”. Luego del asesinato de la niña, la presidenta propuso la “pena de muerte” para violadores de niños, y un ministro llevó un poco más lejos la idea, agregando también a los sicarios en el paredón.
La propuesta, que implicaría sacar a Perú del Pacto de San José, viene en medio de un mes difícil para Dina Boluarte, luego de que se le acusara de no avisar y dejar sus funciones por algunos días, para realizarse operaciones estéticas en la nariz. La polémica ha llenado diarios en el país del norte, y hoy por hoy, cuando se busca “Dina Boluarte” en internet, lo primero que sugiere Google para rellenar es “Dina Boluarte antes y después”.
Esta historia empieza el 8 de diciembre, el cuerpo de una niña de 12 años fue encontrado en Villa María del Triunfo, en la provincia de Lima. El hallazgo se realizó tras una llamada sospechosa, que el mismo autor del crimen, Gerson Juárez Tapia, habría realizado.
Și al principio Juárez habría intentado engañar a los familiares de la niña, asegurando que “encontró” el cadáver, terminó confesando el crimen ante la presión de la policía y vecinos. Así, en presencia de todos habría dicho: “Sí, la maté, ya. Ahí está, la maté. Ayúdame, pues, jefe”.
El hombre, de 26 años, está detenido en la Unidad de Homicidios, donde espera que se le juzgue la próxima semana. La menor había escapado de su casa luego de una discusión familiar, y su cuerpo fue hallado bajo una alfombra en una precaria habitación, cuya foto se divulgó por redes sociales aumentando la conmoción en el país vecino. Según indicaron desde Fiscalía, había rastros de una agresión sexual en el cuerpo de la víctima.
Esto ocurrió el domingo, y el martes la conmoción era tal que la misma presidente peruana, Dina Boluarte, se refirió al hecho, proponiendo la pena de muerte para violadores de menores. “Es momento que ante hechos de esta magnitud, que deberían ser inconcebibles dentro de una sociedad, planteemos medidas drásticas: es momento de abrir el debate sobre la pena de muerte para violadores de menores”, indicó la mandataria, en medio de una ceremonia de la Fuerza Aérea de Perú.
En Perú, la pena de muerte está abolida desde 1979, y solo podría ser restablecida a través de una reforma constitucional que el Congreso tendría que aprobar. Ahora bien, una iniciativa de este tipo choca con los compromisos internacionales de Perú relativos a la defensa de derechos humanos, incluido el Pacto de San José.
Como indican los medios peruanos, solo desde 1995 ya ha habido ocho proyectos de ley que buscaban restaurar la pena de muerte, fracasando todos. Respecto a los violadores de menores de 14 años, la normativa peruana prevé cadena perpetua para ellos, y en la actualidad, 8.491 personas cumplen esta sentencia por lo mismo.
El último fusilamiento que se realizó en Perú fue el 20 de enero de 1979, contra el exsuboficial de la Fuerza Aérea Julio Alfonso Vargas Garayar. Acusado de traición a la patria por espionaje a favor de Chile, su caso está lleno de sombras, y el ejecutado aseguró hasta el final ser un “contraespía” pagado por la inteligencia peruana para hacerse pasar por espía frente a militares chilenos, y de paso, entregar información falsa.
Esta vez, la iniciativa de Boluarte encontró eco entre varios de sus ministros, y el encargado de las Relaciones Exteriores de Perú, el canciller Elmer Schialer, aseguró “apoyar completamente” lo dicho por la presidenta. Más entusiasta, el ministro de Interior, Juan José Santiváñez, aseguró que desde su cartera estaban evaluando la misma pena capital, no para violadores de niños, sino para los sicarios.
“Definitivamente avalo esta propuesta, hay que establecer el trabajo entre todos los entes que están a cargo de la justicia, pero incluso desde el Ministerio del Interior recogeríamos una propuesta adicional que es incluir a los sicarios”, indicó a la prensa, cuando se le consultó por la idea de Boluarte.
Por su parte, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, indicó que esta iniciativa siempre aparece cuando hay crímenes que incluyen menores de edad como víctimas, aunque de momento nadie ha propuesto realmente la situación en el Legislativo. “Si es que hay una iniciativa legislativa se discutirá en las comisiones y luego en el Pleno, pero evidentemente Perú ha suscrito el Pacto de San José que proscribe la pena de muerte como alternativa en Perú, entonces sería una iniciativa para retirarnos de ese pacto internacional, lo cual debería merecer un amplio debate en todos los sectores del país”, dijo el congresista.
Desde Renovación Popular, la congresista Norma Yarrow especuló alrededor del interés político de la presidenta a la hora de proponer la pena de muerte: “Si bien es una desgracia humana perder a una niña y que nuestra sociedad se vuelva tan indolente, que una mujer como Dina Boluarte use esto para un tema populista es indignante. Señora Dina Boluarte, tiene que salirse de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero no le da la gana de hacerlo. O sea, que no venga acá con sus discursitos tontitos… No sea palomilla de ventana, por favor”, indicó la legisladora en un video subido a sus redes sociales.
Analizando el tema, los abogados Víctor García Belaúnde y Heber Campos hablaron al respecto en Canal N, asegurando que la propuesta no sería más que una “cortina de humo”, para que la agenda mediática se salga “de las narices” de la presidenta.
García Belaúnde, excongresista, indicó sobre la restauración de la pena de muerte: “Es un tema que se discute hace 100 años en el Perú, desde que existía y Dina Boluarte hoy ha sacado el tema a la luz para evitar que dejen de hablar de su nariz, sabiendo que es un tema muy complejo. Están haciendo un psicosocial para distraer a la opinión pública del tema de la operación que la tiene hasta las narices”.