Celso Amorim, el principal asesor diplomático de Brasil, dijo a Reuters el martes que la orden de detención contra el líder opositor venezolano Edmundo González era “muy preocupante” y “algo que no se debe hacer”.
Amorim dijo en una entrevista que es innegable que el autoritarismo está aumentando en Venezuela, pero insistió en la esperanza de Brasil de que haya una solución a la crisis política en el país vecino.
“No se puede negar que hay una escalada autoritaria en Venezuela. No sentimos que haya ninguna apertura al diálogo, hay una reacción muy fuerte a cualquier comentario, tenemos noticias de varias detenciones. El propio Gobierno ha anunciado más de 2.000 detenciones, no sé si para intimidar. No hay duda de que hay autoritarismo”, sostuvo.
Amorim añadió que una detención de González, un ex diplomático de 75 años, podría calificarse de detención política, ya que es un candidato presidencial en unas elecciones que aún no se han resuelto.
Un tribunal emitió el lunes una orden de detención contra González por la presunta comisión de los delitos de forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje a daños de sistemas y asociación.
José Vicente Haro, abogado de González, dijo a reporteros que desde hace “semanas” el exembajador no se está en su residencia para poder resguardar “su libertad, su seguridad, su vida”.
“En modo alguno hay solicitud de asilo por parte del señor Edmundo González Urrutia hacia alguna embajada acreditada debidamente en Venezuela. No se ha pedido el asilo, no se ha pedido una situación en calidad de huésped en una embajada”, destacó Haro, en medio de versiones de que el excandidato podría buscar refugio en una misión diplomática.
Haro explicó que no hay plazo legal para el cumplimiento de la orden de aprehensión.
“La situación de las elecciones en Venezuela no está resuelta, no vemos la victoria de un lado o del otro. Sería una prisión política, y no aceptamos presos políticos”.
Según Amorim, el Gobierno brasileño sigue intentando mantenerse abierto a la búsqueda de una solución pacífica a la crisis venezolana.
“Algunos dicen que puede ser una ingenuidad, tal vez lo sea, pero todavía esperamos una solución negociada para Venezuela”, dijo, y agregó que “no queremos salvar a (el presidente Nicolás) Maduro, queremos salvar a Venezuela”.