Drones ucranianos atacaron el martes la tercera mayor refinería de petróleo de Rusia, a unos 1.300 kilómetros (800 millas) de las líneas del frente, alcanzando una unidad central que procesa unos 155.000 barriles diarios de refinado de crudo.
Dirigentes rusos dijeron que sus dispositivos de interferencia se fijaron en un avión no tripulado ucraniano cerca de la refinería Taneco, de Tatneft, que tiene una capacidad de producción anual de más de 17 millones de toneladas (340.000 barriles diarios). Se declaró un incendio en la refinería que fue extinguido en 20 minutos, según la agencia de noticias estatal RIA, que añadió que la producción no se había visto interrumpida.
Según las imágenes tomadas en el lugar de los hechos, el dron alcanzó la unidad primaria de refinado, la CDU-7, de la refinería de Taneco. Esta unidad representa aproximadamente la mitad de la capacidad total de producción anual de la planta. “Se ha producido un ataque con drones contra una de las empresas de Nizhnekamsk”, dijo Ramil Mullin, alcalde de Nizhnekamsk.
“No hay víctimas ni daños graves. El proceso tecnológico de la empresa no se ha visto interrumpido.”
El atentado fue uno de los varios perpetrados en Tatarstán, región altamente industrializada situada al sureste de Moscú, en las primeras horas del martes. Una fuente de los servicios de inteligencia ucranianos dijo a Reuters en Kiev que Ucrania había atacado una importante instalación petrolífera rusa en Tatarstán para reducir los ingresos de Rusia por este concepto.
La fuente también dijo que aviones no tripulados de fabricación ucraniana atacaron una instalación de producción de aviones no tripulados “Shahed”, causando “daños significativos”. No hubo comentarios inmediatos de Moscú. En los últimos meses, Ucrania ha empezado a atacar refinerías de petróleo de Rusia, el segundo mayor exportador de petróleo del mundo, lo que afecta al lucrativo comercio de productos refinados de Moscú.
Según cálculos de Reuters, alrededor del 14% de la capacidad de refinado de Rusia ha quedado fuera de servicio por los ataques de los drones. Hay más demanda de productos petrolíferos refinados que de crudo ruso. Los ataques a las refinerías rusas —muchas de ellas en lugares remotos del país, que tiene la mayor superficie del mundo— han suscitado preocupación en Washington por la posibilidad de una escalada de tensión con Rusia, que es la mayor potencia nuclear del mundo. Ucrania afirma que sus ataques con drones contra Rusia están justificados porque, según dice, está luchando por su supervivencia y ha sufrido daños generalizados en sus infraestructuras, incluidas centrales eléctricas, a causa de los ataques aéreos rusos.
GUERRA DE DRONES
Desde que el presidente Vladímir Putin ordenó la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, los drones han desempeñado un papel fundamental en la guerra, ya sea como atacantes “kamikazes” o como ojos en el cielo que guían a otro armamento para matar soldados o destruir equipos. Ucrania ha lanzado una serie de ataques de gran repercusión en el interior de Rusia, con el objetivo de socavar la maquinaria bélica rusa o, como ocurrió en un ataque con drones en 2023 contra el Kremlin, llevar la realidad de la guerra al corazón mismo de Rusia. Un poderoso aliado de Putin dijo el martes que, en esencia, la OTAN estaba luchando contra Rusia en Ucrania y que la alianza militar liderada por Estados Unidos había ayudado a organizar ataques en territorio soberano ruso.
Fuentes ucranianas afirman que son responsables de la planificación y ejecución de los ataques con drones dentro de Rusia. Estados Unidos ha dicho en repetidas ocasiones que no apoya los ataques ucranianos dentro de Rusia. Los ataques del martes afectaron a empresas en Yelabuga y Nizhnekamsk y algunas personas resultaron heridas, según dijo el jefe de Tatarstán, Rustam Minnikhanov. Dos drones atacaron una residencia en el territorio de la Zona Económica Especial de Alabuga. Al menos siete personas resultaron heridas, informaron medios rusos.
“No hay daños graves, el proceso tecnológico de las empresas no está interrumpido”, dijo Minnikhanov.
Imágenes no verificadas en las redes sociales mostraban una fuerte explosión seguida de gente corriendo para ponerse a cubierto. El Washington Post informó el año pasado de que Rusia estaba produciendo drones en masa en una planta de la zona económica especial de Alabuga.