El Ejército israelí dijo que había atacado el viernes la sede central de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut en un ataque que sacudió la capital libanesa y envió densas nubes de humo sobre la ciudad.
El medio de comunicación Axios citó a una fuente israelí que dijo que el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, era el objetivo del ataque y que el Ejército israelí estaba comprobando si había sido alcanzado.
Una fuente cercana a Hezbolá dijo a Reuters que Nasrallah está vivo, mientras que la agencia de noticias iraní Tasnim también informó que estaba a salvo. Un alto funcionario de seguridad iraní comentó a Reuters que Teherán estaba comprobando su estado. En un informe desde Beirut, France 24 aseguró que un “primo de Nassan Nasrallah habría muerto” en las explosiones masivas.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el almirante Daniel Hagari, dijo en una declaración en video que el cuartel general de Hezbolá fue “construido intencionalmente bajo edificios residenciales” en la zona de Dahieh, al sur de Beirut, “como parte de la estrategia de Hezbolá de utilizar a los libaneses como escudos humanos”.
Y agregó: “Israel está haciendo lo que cualquier Estado soberano del mundo haría si tuviera una organización terrorista que busca su destrucción en su frontera, tomando las medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo para que las familias israelíes puedan vivir en sus hogares, de manera segura y protegida”.
La televisión Al-Manar de Hezbolá dijo que cuatro edificios habían sido destruidos en los suburbios del sur de la capital libanesa. Las explosiones fueron tan potentes que hicieron temblar las ventanas y las casas de los asentamientos situados a 29 kilómetros al norte de Beirut. Testigos cercanos citados por el diario libanés L’Orient-Le Jour describieron haber visto importantes fisuras en el suelo.
El ministerio de Salud del Gobierno libanés reveló el conteo preliminar de las víctimas del último bombardeo israelí sobre el sur de Beirut, contando alrededor de 76 heridos y dos personas fallecidas en consecuencia del ataque.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que el gobernante interrumpirá su visita en Estados Unidos para regresar a Israel este mismo 27 de septiembre, horas después del intenso bombardeo del Ejército de Israel sobre Líbano.
Más temprano, Netanyahu sostuvo un discurso frente a la Asamblea General de Naciones Unidas, donde confirmó que su campaña bélica contra Hezbolá continuará. Dijo que Israel se estaba defendiendo de Teherán en siete frentes. “No hay lugar en Irán que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar. Y eso es cierto en todo Medio Oriente”, aseguró.
Los hutíes de Yemen, alineados con Irán, dijeron que habían atacado las ciudades costeras israelíes de Tel Aviv y Ashkelon con un misil balístico y un avión no tripulado en apoyo de Gaza y Líbano. El Ejército israelí dijo haber interceptado un misil disparado desde Yemen.
La embajada de Irán en Beirut dijo en X que el ataque aéreo representaba “una peligrosa escalada que cambia las reglas del juego” y advirtió que su autor sería “castigado apropiadamente”.
Estados Unidos y Francia propusieron el miércoles una tregua inmediata de 21 días en la frontera entre Líbano e Israel, y señalaron que las negociaciones continuaban, cuando se reúne la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
Netanyahu dijo que los equipos israelíes se habían reunido para discutir las propuestas de Estados Unidos el jueves y que continuarían en los próximos días, añadiendo que apreciaba los esfuerzos de Washington.
“Nuestros equipos se reunieron para debatir la iniciativa estadounidense y cómo podemos avanzar en el objetivo compartido de devolver a la población a sus hogares en condiciones de seguridad. Continuaremos esas conversaciones en los próximos días”, afirmó en un comunicado.
La coordinadora especial de Naciones Unidas en Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, dijo estar “profundamente alarmada y profundamente preocupada por el potencial impacto civil” provocado por los “ataques masivos” del Ejército israelí en el sur de Beirut.