Luego de múltiples ataques, el buque petrolero Sounion Suezmax fue seriamente dañado y ahora amenaza con generar una catástrofe de proporciones mayores, el que se podría incluir entre las más contaminantes de la historia. El barco, propiedad de Delta Tankers, transporta cerca de 150.000 toneladas de petróleo crudo. Actualmente, se mantiene varado debido a una tanda de ataques realizados el miércoles pasado por los hutíes, guerrilla aliada con Irán y que controla grandes porciones de Yemen, además de estar en abierto conflicto con Israel y cualquier embarcación ligada (o no) al país en guerra con Hamas.
El contenido del navío cuadriplica el del Exxon Valdez, otro transporte marítimo emblemático por el desastre que causó en marzo de 1989, cuando encalló en Prince William Sound, Alaska, y vertió 37.000 toneladas de hidrocarburo.
De concretarse un derrame, se podría convertir en el quinto peor de la historia de la humanidad, basándose en las estadísticas de la Federación Internacional de Propietarios de Buques Tanque (ITOPF).
Ante este riesgo, el grupo de trabajo naval de la Unión Europea en Medio Oriente advirtió que el Sounion Suezmax, de propiedad griega, ahora representa un “peligro para la navegación y el medioambiente”, y llamó a los rebeldes de Yemen a no realizar más ofensivas contra la embarcación, considerando que se han ejecutado cuatro ataques en los últimos días.
“Esta situación pone de relieve que este tipo de ataques no solo supone una amenaza para la libertad de navegación, sino también para la vida de los marineros, el medioambiente y, en consecuencia, la vida de todos los ciudadanos que viven en esa región”, aseguró la misión de la UE.
Finalmente, este miércoles hubo avances en las negociaciones para la mediación de la potencial catástrofe ambiental. Así lo confirmó a misión de Irán ante la ONU en Nueva York, citada por la agencia Reuters. “Varios países se han puesto en contacto para hablar con Ansarullah (los hutíes), solicitando una tregua temporal para la entrada de remolcadores y barcos de rescate en la zona del incidente”, apuntó la entidad.
“Teniendo en cuenta las preocupaciones humanitarias y medioambientales, Ansarullah ha accedido a esta petición”, añadió la misión.
Medios internacionales señalaron que el barco transportaba crudo pesado desde Basora, el principal puerto de Irak, cuando fue atacado. Esto provocó un incendio en su interior, así como la posterior pérdida de energía.
Videos subidos por veedores hutíes plasmaron la triple explosión que afectó a la embarcación. Los 25 miembros de la tripulación fueron luego rescatados por un buque de guerra europeo, detalló Reuters.
Según el medio español Vista al Mar, “el patrón sugiere que después de inutilizar el Sounion, los atacantes hutíes esperaron a que se fueran los defensores occidentales, luego abordaron el petrolero, colocaron cargas explosivas en la cubierta y registraron la detonación resultante para su divulgación pública, como lo han hecho anteriormente”.
La preocupación también llegó a Estados Unidos, cuyo Departamento de Estado señaló en un comunicado que “aunque la tripulación ha sido evacuada, los hutíes parecen decididos a hundir el barco y su carga en el mar”.
“A través de estos ataques, los hutíes han dejado en claro que están dispuestos a destruir la industria pesquera y los ecosistemas regionales de los que dependen para su sustento los yemeníes y otras comunidades de la región, del mismo modo que han socavado la entrega de ayuda humanitaria vital a la región a través de sus imprudentes ataques”, añadió el gobierno del Presidente Joe Biden.
En la misma línea, el viernes pasado, la Autoridad de Puertos y Zonas Francas de Yibuti aseguró en redes sociales que “un posible vertido podría tener consecuencias desastrosas para el medioambiente marino de la región”.
La magnitud del incendio fue tal, que se pudo observar desde imágenes satelitales, aseguró Wim Zwijnenburg, colaborador del medio de investigación periodística Bellingcat.
Según un portavoz de las fuerzas hutíes, el barco fue atacado debido a la decisión del dueño del barco de continuar enviando transportes marítimos a los puertos “de la Palestina ocupada”, pese a las advertencias de las fuerzas rebeldes de Yemen, mas no se refirió al potencial daño medioambiental en ese momento.
El Sounion tiene 18 años de antigüedad, y se trata del tercer barco de la flota de Delta Tankers que es atacado en el mar Rojo solo este mes, detalló Reuters. Además, su dueño decidió no sumarlo al convoy con activos navales europeos que realiza viajes en la zona, con el fin de evitar estos ataques.
Vale recordar que el grupo radical -aliado con Irán- ha realizado un bloqueo naval de todos los barcos afiliados a Israel, como forma de protesta ante las operaciones de este último país en la Franja de Gaza.
La decisión de los dueños griegos del barco ha despertado críticas en el rubro. Por ejemplo, el armador tailandés Precious Shipping declaró en redes sociales, en una clara referencia al actual caso, que “algunos propietarios están eligiendo la economía sobre la seguridad al enviar a su tripulación a la zona de tiro del mar Rojo”.
De momento, se cuantifican más de 180 barcos que han sido blanco de ataques hutíes en sus 10 meses de guerra contra la marina mercante. Así lo aseguró el líder de los rebeldes hutíes del Yemen, Abdul-Malik al-Houthi, quien cifró en 182 los blancos navales de su agrupación guerrillera.
Además, esta ha dejado como resultado una serie de catástrofes medioambientales, como el hundimiento del buque de carga general Rubymar o el Kamsarmax Tutor, añadió el medio MasContainer.
“Estamos trabajando para desarrollar cualitativamente nuestras capacidades, para poder ser más efectivos y tener más impacto en la lucha contra el enemigo israelí y en apoyo al pueblo palestino”, afirmó este jueves Al-Houthi en su discurso televisado semanal.