Una serie de ocho coordinadas explosiones tanto en hoteles de lujo como en iglesias cristianas -que celebraban la misa de Pascua- convulsionó hoy la capital de Sri Lanka, Colombo, dejando 207 personas muertas y cerca de 500 heridos.
Se trata de los ataques son los más sangrientos desde que terminó la guerra civil en Sri Lanka en 2009, un conflicto étnico-religioso en el que se enfrentó la mayoría budista y la minoría hindú tamil durante más de dos décadas.
El primer ministro Ranil Wickremesinghe informó que trece personas fueron detenidas. "Hasta ahora los nombres (de los detenidos) son locales" pero se investiga posibles "vínculos con el extranjero", declaró en un mensaje en televisión.
Hasta esta noche los ataques no habían sido reivindicados, señaló el portavoz de la policía, Ruwan Gunasekera, en una conferencia de prensa. Y sostuvo, además, que los autores de parte de las explosiones eran suicidas y pertenecían a un mismo grupo terrorista. El gobierno ordenó un toque de queda de duración indeterminada que entró hoy en vigor y el bloqueo temporal de las redes sociales para evitar la difusión de informaciones falsas.
Un análisis realizado por el experto en terrorismo Ali Soufan señaló que no tiene recuerdos de un ataque de estas características. En el pasado se ha registrado ataques coordinados a iglesias, como lo ocurrido en Indonesia el 24 de diciembre de 2000, y ataques simultáneos a hoteles, como en la capital jordana de Amman en 2005, pero no una combinación de ambos.
Destino turístico
Sri Lanka es una nación insular con una población de 21 millones de personas ubicada en la costa sur de India. Es un destino popular para las vacaciones de turistas de todo el mundo, atrayendo a dos millones de personas en los últimos años. De hecho, entre las víctimas había 36 extranjeros, entre británicos, estadounidenses, entre otros.
El país posee una compleja mezcla étnico-religiosa. Se estima que un 74% de la población son cingaleses que tienen religión budista y hablan cingalés. La comunidad tamil está dividida entre los de Sri Lanka (12,6%) y los de India (5,6%), la mayoría de ellos son de religión hindú, aunque también hay un importante número de cristianos, que son en su mayoría católicos. Todos hablan tamil. Además, hay un grupo que es de religión musulmana (7%), que habla tamil, pero no se consideran de dicha etnia. Según el analista Amarnath Amarasingam del Institute for Strategic
Dialogue, esto ha puesto a la comunidad en la mira de muchos grupos extremistas de todos los sectores. Además, explica que desde el término de la guerra civil en 2009, la línea más dura de la comunidad budista cingalesa ha atacado a la comunidad musulmana en muchas ocasiones. Aunque, destaca que, existen rumores de que los musulmanes se han radicalizado y que los grupos están siendo financiados por países del Golfo. Esto se ha usado como excusa para atacar a las comunidades musulmanes.
En conversación con La Tercera, Sinha Ratnatunga, editor del The Sunday Times de Sri Lanka señaló que "existe una controversia sobre un documento del 11 de abril que mostraba información de la policía hablando de un ataque inminente planeado por un grupo yihadista extranjero. El objetivo de las iglesias y las áreas de comedor de los hoteles turísticos da credibilidad a este grupo".