La oposición venezolana advirtió el domingo que el gobierno de Nicolás Maduro podría lanzar una ola represiva después de que el presidente acusara a sus adversarios de tratar de asesinarlo con un dron cargado de explosivos durante un desfile militar en la víspera.
La televisión estatal mostró el sábado por la tarde al presidente sorprendido por lo que parecía ser una explosión en un zona relativamente cercana y mientras daba un discurso en una ceremonia militar en el centro de Caracas.
Segundos más tarde, las imágenes oficiales mostraron a cientos de soldados corriendo y desarmando su formación.
La avenida Bolívar del centro de Caracas, donde ocurrió el incidente, estaba tranquila el domingo por la mañana. Corredores y ciclistas ocupaban dos de los carriles que tradicionalmente se utilizan para la recreación de fin de semana. El escenario donde Maduro habló fue desmontado.
Críticos de Maduro dijeron que el gobierno podría usar el incidente del sábado como un pretexto para atacar a sus adversarios con acciones represivas similares a las ocurridas en el pasado, como encarcelamiento de líderes conocidos y prohibición para que otros ocupen cargo públicos.
"Alertamos contra el intento del gobierno de aprovechar este suceso para intentar quitar el foco (...) sobre la crisis social y económica, criminalizar a quienes legítima y democráticamente se le oponen, profundizar la represión y la violación sistemática del Estado de Derecho", dijo el Frente Amplio en un comunicado.
Grupos opositores a menudo desestiman tales incidentes como el del sábado y han dicho que son fabricaciones destinadas a distraer a los venezolanos de la hiperinflación y la escasez de productos, y afirman que Maduro exagera las amenazas a su seguridad con fines políticos.
El mandatario dijo la noche del sábado que escuchó dos explosiones y que ya hay detenidos por los hechos, aunque no se han entregado detalles.
El las cercanías al sitio del acto del sábado, vecinos comentaban lo ocurrido al final de la parada militar y cómo escucharon dos explosiones y vieron un dron que se estrellaba contra un edificio.
"Escuché la primera detonación, que se escuchó tan fuerte que los edificios se movieron, ¡Dios mío! ¿Qué pasa?. Salgo al balcón (...) veo que viene el avioncito, no recuerdo el nombre del avioncito, y se estrella en el edificio y empezó a salir todo el humo", dijo Mairum González, una maestra de 45 años.
Tras las explosiones "empezaron a correr todos los guardias, policías, el SEBIN (servicio de inteligencia), todos, y la gente gritaba asustada", agregó González, quien vive cerca del edificio de ocho pisos donde vio que se estrelló un dron.
Una residente del edificio "Don Eduardo", donde se estrelló el aparato a la altura del segundo piso dejando chamuscadas las paredes, relató: "Lo que todo el mundo ya sabe: el dron".
El teniente coronel de los bomberos de Caracas, José Luis Oropeza, dijo que atendió con otros 30 hombres un incendio en ese edificio, pero que desconocía las causas del fuego. Aseguró que no hubo heridos dentro del departamento.
El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, dijo el domingo en un mensaje transmitido por el canal de televisión oficial que en las filas estaban determinados a defender al gobierno.
"Estamos decididos y determinados a defender nuestra patria, nuestra Constitución, nuestra democracia (...) defender al presidente constitucional de la república bolivariana de Venezuela", dijo Padrino, sin ofrecer más información sobre lo sucedido la víspera.
El ministro dijo que las dos explosiones escuchadas el sábado fueron obra de "cobardes de la ultraderecha, de las oligarquías" y que los adversarios del gobierno "van a tener que pasar sobre las ruinas de nosotros, para (lograr) que se instale aquí un gobierno de sangre, despótico".
Maduro, quien culpa de los problemas del país a una "guerra económica" liderada por Estados Unidos, ha anunciado en el pasado haber frustrado conspiraciones militares que, según dice, están respaldadas por Washington.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, dijo a Fox News en una entrevista el domingo que su país no tiene vínculos con lo ocurrido en Caracas el sábado.