La presión internacional sobre los dirigentes del golpe de Estado en Níger iba en aumento este jueves, al tiempo que el secretario de Estado estadounidense expresó el “firme” apoyo de Washington a los países de África occidental que han amenazado con el uso de la fuerza para restaurar la democracia en esa nación, y Senegal puso soldados a disposición de esas labores.
Mientras cientos de manifestantes antifranceses marchaban por las calles de la capital en apoyo a la junta gobernante, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken expresó su apoyo general para la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), aunque no se refirió en específico a su amenaza de tomar acciones militares.
Blinken dijo a la prensa en Nueva York que Estados Unidos cree que los intentos del bloque para reinstalar al derrocado presidente Mohamed Bazoum son “importantes, firmes y cuentan con nuestro apoyo”.
La ministra de Relaciones Exteriores de Senegal dijo que su país participaría en una intervención militar si la CEDEAO decide tomar esa medida. “Los soldados senegaleses tienen que ir… Hay que frenar estos golpes de Estado”, declaró Aissata Tall Sall.
Por su parte, los militares golpistas de Níger intentaban sacar provecho del sentimiento antioccidental para reforzar su toma del poder. La junta suspendió las transmisiones en el país de la emisora RFI y la televisora France 24, según el ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Las suspensiones son parte de la “represión autoritaria” de la junta, escribió la agencia en X, la red social conocida anteriormente como Twitter.
El golpe de Estado de la semana pasada puso fin al gobierno de Bazoum, cuyo ascenso representó la primera transferencia democrática del poder en Níger desde su independencia de Francia en 1960. El golpe de Estado desató un estridente sentimiento antifrancés y puso en duda el futuro de la lucha contra el extremismo en la región del Sahel en África, donde Rusia y los países occidentales se disputan la influencia en la zona.