El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, bajo control de Hamas, ha elevado este domingo a 274 los muertos y a 698 los heridos por la ola de bombardeos israelíes sobre el centro de Gaza en el marco de la operación de rescate lanzada por sus fuerzas en el campamento de refugiados de Nuseirat y que se saldó con la liberación de cuatro rehenes.
En un comunicado publicado en su página de Facebook, el Ministerio de Salud gazatí ha avisado de que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas porque muchos de los heridos se encuentran en estado crítico y hay muchas personas bajo los escombros.
Poco después, la oficina de prensa del Gobierno de Hamas en Gaza ha precisado que entre los fallecidos hay 64 niños, 57 mujeres y 37 ancianos y que entre los heridos hay 153 niños, 161 mujeres y 54 personas mayores.
Hamas destaca que gran parte de las víctimas se encontraban de compras en el mercado de Nuseirat, alcanzado por los bombardeos israelíes.
El Gobierno gazatí insiste en que los operativos israelíes se infiltraron en Nuseirat usando dos automóviles civiles el primero un pequeño automóvil civil y el segundo un vehículo con pertenencias, ropa de cama y ayuda, falsamente identificado como un transporte humanitario. Israel ha desmentido esta versión de los acontecimientos.
Hamas explica que no ha podido constatar que en esta operación participaran militares extranjeros - después de que el ‘Washington Post’ hablara de la participación de una célula de EE.UU. especializada en la liberación de rehenes- ni que las fuerzas israelíes emplearan el muelle provisional de ayuda que Estados Unidos ha instalado en Gaza. Esta misma mañana, el Mando Central del Ejército de EE.UU., el CENTCOM, rechazó esta posibilidad.
Sin embargo, el movimiento islamista responsabiliza “plenamente” tanto a Israel como a Estados Unidos “por este crimen catastrófico en el que se derramó la sangre de cientos de civiles inocentes, niños, mujeres y personas desplazadas”.
Los rehenes fueron identificados como la joven Noa Argamani y tres hombres, Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv, todos ellos secuestrados durante el festival de música Supernova, uno de los principales objetivos del ataque de las milicias del 7 de octubre.
La operación, efectuada por el Ejército, el servicio de Inteligencia y seguridad interior israelí (Shin Bet) y la unidad antiterrorista Yamam de la Policía fronteriza se ha saldado con un comando de esta última fallecido, el inspector jefe Arnon Zamora, declarado muerto durante su hospitalización por las heridas sufridas durante la operación.
