Al menos 40 personas han muerto y otras once han resultado heridas por la explosión que afectó el viernes a una mina de carbón de la provincia turca de Bartin, en el norte del país, según un nuevo balance de víctimas divulgado este sábado por el gobierno turco.
Inicialmente se informó que debido al estruendo quedaron 50 mineros atrapados a 300 metros de profundidad.
El ministro del Interior, Suleyman Soylu, informó desde el lugar de los hechos del rescate de nuevos cuerpos en las última horas, si bien la cifra podría aumentar en las próximas horas porque aún quedarían varias decenas de trabajadores atrapados en el yacimiento, según medios locales.
Las autoridades no han aclarado aún las causas de la explosión, que habría tenido su origen a uno 300 kilómetros de profundidad. La Fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar si hubo algún tipo de negligencia.
El alcalde de Amasra, Recai Cakir, cifró en cerca de 80 los mineros sepultados, según informaciones de CNN Turquía recogidas por el diario local Hurriyet.
De forma paralela, las autoridade turcas han abierto investigaciones sobre 12 personas por supuestamente “incitar al odio” en redes sociales con mensajes publicado a raíz del accidente en la mina. La Policía, que no ha aclarado el contenido, confirmó por Twitter que la unidad de ciberdelincuencia ya tiene identificados a los usuarios, según la agencia DPA.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ya instó el viernes a última hora a los ciudadanos a no “desinformar” en Internet sobre este siniestro, apenas un día después de que el Parlamento aprobase una controvertida ley que castigará con hasta tres años de cárcel la difusión de noticias falsas.