Una de las partes más difíciles del regreso a clases de los escolares es hacerlos llegar hasta sus colegios. El Covid-19 ha convertido el trabajo de administrar los buses escolares, que ya era una tarea difícil, en una pesadilla logística. Los directores de transporte están tratando de resolver cómo mantener la distancia social, cómo sanitizar un vehículo, que casi está en un uso constante, y cómo proteger la salud de sus estudiantes y conductores, muchos de los cuales son pensionados.
En los sistemas de salud con horarios alternados, los planificadores deben delinear múltiples rutas para llevar al colegio a diferentes grupos de estudiantes en días diferentes. Los administradores comúnmente enfrentan fechas de inicio que son cambiantes, lo que dificulta mantener a los conductores a quienes generalmente solo se les paga por las horas que trabajan.
“Odio usar la palabra sin precedentes, pero esto es único”, dijo Charles Hood, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Directores Estatales de los Servicios de Transportes de Alumnos.
La “industria de los buses amarillos” ha pasado décadas refinando cómo evitar choques y solo unos pocos meses tratando de evitar la propagación de enfermedades, dijo Hood. “Siendo bastante honesto, no somos más expertos que cualquier otra persona”.
Durante el verano una coalición de grupos de comercio de transportes escolares a nivel nacional, entre los que se encuentra Hood, estudió cuál era la mejor forma de administrar un programa de bus escolar durante una pandemia.
Rápidamente estuvo claro que no había nadie que pudiera cumplir con todo, dijo un estudio correalizado por Jim Regan, un consultor de transportes de Chicago. Más de 25 millones de estudiantes normalmente toman 480 mil buses diarios, según el Consejo Estadounidenses de Buses Escolares. Cada uno de los 13 mil distritos escolares a nivel nacional tiene que considerar sus propias limitaciones financieras, regulaciones estatales y locales y los deseos del consejo escolar, dijo Regan.
En cambio, el grupo de trabajo de Transporte Estudiantil Alineado para el Regreso a la Escuela (STARTS) creó un conjunto de herramientas de 225 elementos de mejores prácticas, basado en una revisión de 50 planes de respuesta a pandemias de compañías que van desde Walmart Inc. y Delta Air Lines Inc., hasta agencias como la Autoridad de Transporte Metropolitano, que administra el sistema de metro de la ciudad de Nueva York.
Entre las principales sugerencias se encuentra el uso de mascarillas y abordar el bus desde la puerta de atrás hacia adelante.
La sugerencias que desde instalar basureros sin contacto en el garaje hasta desarrollar un protocolo de comunicación si un pasajero da positivo.
“Se acuerdan de la película El Marciano con Matt Damon”, dice Regan. “Resuelves un problema, y luego resuelves el próximo y luego sobrevive”, dijo. “Esto es eso. Esto es un riesgo, que tenemos que resolver y luego resolveremos el próximo”.
Hasta ahora solo un puñado de los 70 mayores distritos están planeando regresar al aprendizaje en persona este otoño, según un análisis de The Wall Street Journal. En algunos estados, los distritos escolares están siendo motivados a reducir la presión sobre el sistema de transporte al no ofrecer servicio de buses a los estudiantes que viven dentro de 1,5 millas del colegio y, así, los motivan a caminar, a andar en bicicleta y compartir el auto cuando vayan al colegio.
Muchos de los primeros distritos que volverán a clases de manera física se encuentran en Sun Belt, Pensacola, Florida. El distrito escolar del condado Escambia este año se encuentra transportando a 13 mil de estudiantes, un tercio de los 40 mil escolares del sistema. Normalmente, el distrito transportaría 24 mil alumnos o un 60%.
La directora de transportes, Darlene Hart, dijo que Escambia, como muchos distritos, ha luchado por bastante tiempo para mantener a los conductores contratados. Algunos de sus conductores son mayores y decidieron no regresar. Algunos se cambiaron al rubro de la entrega de comida u otras líneas de trabajo. El distrito tiene 230 conductores para 280 vacantes, dijo.
Hart señaló que le habría gustado distanciar a los estudiantes a uno por ventana, o 24 en un bus de una fila de 12, como muchos expertos aconsejan. Pero indicó que ella no tiene el lujo de tener tanto personal o buses extra, así que su promedio de viajes es de 30 a 50 estudiantes en asientos preasignados, donde agrupa a los hermanos, por ejemplo. Algunos expertos recomiendan abrir las ventanas y los ductos de ventilación, pero Hart señaló que sus buses las mantienen cerradas porque tienen aire acondicionado y sistema de circulación de aire moderno.
Hay nuevas estaciones de sanitización de manos al frente de cada bus, protectores faciales de plástico para los conductores y botellas de sanitizadores para que se rocíen en cada superficie que se toque después de cada turno, un cambio grande en comparación a la limpieza que se hacía en el pasado.
Algunos distritos les están pidiendo a los conductores que tomen la temperatura de los estudiantes cuando suben al bus, pero Escambia no hace eso. Hart indicó que eso iba a retrasar el tráfico y crearía problemas de responsabilidad si no se permite a un niño a bordo. En cambio, si un niño se ve enfermo, el conductor debe comunicarse por radio con la escuela y pedir una evaluación adicional al llegar.
Hasta ahora el mayor desafío ha sido el uso de mascarillas, sostuvo Hart, medida que es impulsada por el distrito escolar, pero que no es necesaria en el bus. Algunos estudiantes de enseñanza media se han negado a usarlas.
“Ofrecimos una mascarilla a cualquier estudiante en el bus”, dijo. “He conversado con los conductores sobre ofrecer una calcomanía o un dulce si ellos son buenos toda la semana y usan su mascarilla”.
Cor’Darius Jones, un conductor del condado de Escambia y creador de las series de videos virales “Señor Conductor”, ha acumulado 200.000 visitas en Facebook de su parodia de volver al trabajo durante la pandemia. En el video, Jones usa una mascarilla de gran tamaño y rocía desinfectante en el volante, su horario y a cualquiera que tosa.
Ha estado vendiendo una polera con el mensaje “¡No me hagas usar mi voz de conductor de bus!” mediante sus canales de redes sociales y recientemente agregó un nuevo diseño, diciendo “Corona es real, ¡pero también lo son las cuentas! # regresaatrabajar”.
Dijo que se sintió tan bien entrenado como podría estar durante el primer día de clases, pero aún así lo tomaron desprevenido.
“Definitivamente fue más estresante”, dijo. “Uno ya tiene los desafíos normales de conducir, mirar los espejos, ver si los estudiantes se destrozan. Ahora busco por cualquier niño que también parezca enfermo, que apoye la cabeza contra la ventana, alicaído”.
Inmediatamente se quitó el protector facial porque dijo que arrojaba un resplandor, lo que le hacía pensar que los autos estaban en lugares donde no estaban. Estaba acostumbrado a sonreír y chocar las manos, haciendo los cinco, con los estudiantes cuando subían a bordo, pero tuvo que improvisar.
“Trato de decirles algo de una manera emocionante, como, ‘¡Hola, buenos días!’”, Dijo. “Incluso si no ven esa sonrisa, la sienten”.
Brad Aemisseger, director de transporte de las Escuelas Públicas de Toledo (Ohio), trabajó en el informe STARTS y dijo que los sistemas de uses serán un factor determinante sobre si los colegios abren y pueden permanecer abiertos.
Si un gran porcentaje de conductores se infecta, dijo, el sistema escolar no podrá funcionar. Asimismo, sostuvo que si un sistema escolar reabre y tiene que cerrar por un período de semanas, el sistema de transporte podría entrar en un ciclo insostenible de contratar personal y ponerlo en espera.
Se necesita tiempo y dinero para contratar y capacitar a los conductores, dijo. “No se quiere poner a alguien detrás del volante de un vehículo de 13 toneladas con un grupo de niños gritando desde la puerta”, dijo.
La mayoría de los sistemas escolares no sabe todavía si funcionarán los planes que son buenos en el papel, dijo, incluyendo el propio. Los colegios de Toledo postergaron el comienzo de las clases hasta el 8 de septiembre y operarán de forma remota hasta al menos octubre.
“Hay una brecha entre el plan y la realidad”, dijo. “Debido a que muchos colegios han lanzado la pelota a la cancha, muchos distritos no han enfrentado la realidad todavía”.