El Comité de Investigación Ruso ha informado este viernes que los servicios de emergencias han recuperado las cajas negras del avión siniestrado en la región de Tver, que volaba de Moscú a San Petersburgo y en el que viajaba el fallecido líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin.
“También se han incautando objetos y documentación importantes para establecer todas las circunstancias alrededor del accidente. Se realizarán los exámenes forenses necesarios”, ha informado el servicio de prensa del organismo, según la agencia de noticias TASS.
Asimismo, el Comité ha indicado que, en el marco de las pesquisas, lideradas por el gobernador de la región de Tver, Igor Rudenya, los servicios de emergencia han empezado a tomar muestras genéticas de los 10 cuerpos recuperados “para determinar su identidad”.
La cadena estadounidense CNN ha elaborado este viernes un detallado análisis sobre el siniestro -con entrevistas a expertos en avión y explosivos, así como la revisión de vuelos-, en el que concluye que es poco probable que el avión haya sufrido un fallo mecánico y que experimentó al menos una explosión antes de caer al vacío.
Uno de los videos muestra al avión a punto de estrellarse contra el suelo sin una de sus alas, que posteriormente fue encontrada a tres kilómetros del lugar del accidente. Dos funcionarios estadounidenses han asegurado a la cadena NBC News que los servicios de Inteligencia manejan la hipótesis del sabotaje con algún artefacto explosivo a bordo.
El Kremlin ha salido al paso este viernes de las “especulaciones” surgidas tras la muerte de Prigozhin, y ha negado cualquier implicación en la caída del aparato. “Es una absoluta mentira”, ha sentenciado el portavoz presidencial, Dimitri Peskov.
El jefe de Grupo Wagner ha perdido la vida exactamente dos meses después de que sus mercenarios lanzasen una rebelión sin precedentes contra la cúpula militar rusa, que se saldó con un paso atrás de Prigozhin y el traslado de estos efectivos a Bielorrusia.