Escasez de insumos y anestesia para tratar pacientes con heridas graves es lo que en esta última jornada denunció una doctora de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras a la cadena internacional de CNN sobre la situación que se vive en la Franja de Gaza tras la ofensiva del Ejército de Israel en respuesta a los ataques del pasado 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Según el último balance entregado por las autoridades del enclave palestino, el número de palestinos muertos asciende a 9 mil, mientras que desde Israel denuncian que los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamas que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 240 secuestrados.
Hablando desde Amán, la capital de Jordania, la doctora Tanya Haj-Hassan, indicó a CNN que con la falta de insumos médicos, los doctores “han sido completamente despojados de las herramientas de la medicina moderna” para así tratar a los pacientes -los cuales son principalmente mujeres y niños- que se encuentran con heridas graves y quemaduras.
“Nuestros corazones arden. Esto es una avalancha de sufrimiento humano. Y es 100% causado por el hombre”, sostuvo Haj-Hassan a CNN.
Según denunció, los doctores que se encuentran trabajando en el Hospital de Al Shifa de Gaza están atendiendo a niños que tienen la mayoría de su cuerpo y rostro quemado, con extremidades faltantes y con otras “heridas catastróficas”, expresó.
“Y los doctores deben tratarlos con un control de dolor limitado, y se están quedando sin anestésicos”, sostuvo. “No tenemos antibióticos suficientes para tratar infecciones, no tenemos suficientes apósitos”.
Junto con denunciar la precaria situación en la que se encuentran los doctores y pacientes, Haj-Hassan también hizo un llamado para detener el fuego, destacando que era necesario “un alto en vez de una pausa” de los “bombardeos y masacre indiscriminada”.
“Hemos perdido cerca de 130 funcionarios de salud, a muchos los conocía personalmente. Han perdido a sus familias”, afirmó.
De acuerdo a la profesional, los funcionarios de la salud se encuentran trabajando sin parar en Gaza, y sus familias temen también ser víctimas de los bombardeos, sin embargo “se han negado a dejar la zona porque han decidido quedarse con sus pacientes”.
La jornada de ayer, el Hospital de la Amistad Turco-Palestina de Ciudad de Gaza, único para el tratamiento de pacientes con cáncer en la Franja, tuvo que suspender sus operaciones debido los últimos bombardeos de Israel y la falta de combustible para mantener sus actividades.