Se le pudo ver días atrás en Ranchos, bastión peronista, haciendo su primer recorrido de campaña tras anunciar que en octubre será candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más poblada y el principal botín electoral de Argentina. Axel Kicillof, el "economista estrella" de La Cámpora que ejerció nada menos que como jefe de la cartera de Economía durante el gobierno de Cristina Fernández, intentará así arrebatarle el puesto a la gobernadora macrista, María Eugenia Vida, tarea nada fácil.
Kicillof, de 47 años, nació en septiembre de 1971 y comenzó a militar en el peronismo con apenas 13 años. Eso sí, no fue hasta el 25 de mayo de 2003 cuando dio su "gran salto", al reconocer en el discurso de asunción de Néstor Kirchner todo lo que siempre pensó de la política económica. En ese entonces, Kicillof, que evolucionó del trotskismo al peronismo, dedicaba su tiempo a la docencia y las figuras de Marx y John Maynard Keynes lo obsesionaban.
De alumno a docente de la U. de Buenos Aires, sus cercanos recuerdan que Kicillof "nunca pasó desapercibido". Tiempo después, en 2014, el diario El País lo describiría como "la cara guapa de la economía argentina".
Sus lazos con los Kirchner se consolidaron en el marco de su amistad con Máximo, el hijo mayor de Néstor y Cristina. Así, fue a través de La Cámpora -la agrupación juvenil K liderada por Máximo- que Kicillof pudo escalar, luego de que en 2009 fuera incorporado al directorio de Aerolíneas Argentinas. Como subgerente de la compañía que Cristina K estatizó en 2008, Kicillof reconoció que "la empresa técnicamente está quebrada".
"El Creyente"
De ahí su carrera fue en ascenso. En 2011 fue nombrado Secretario de Política Económica y Planificación y dos años más tarde, ministro de Economía, para sorpresa de muchos. Cuando dejó ese cargo, en 2015, fue electo diputado por la Ciudad de Buenos Aires.
En El Creyente: ¿Quién es Axel Kicillof? (2012), el periodista argentino Ezequiel Burgo plantea que actual diputado del Frente Para la Victoria, "por más que se defina keynesiano, es marxista". "Él cree en el control de precios y control de cambios en una situación en la que vos tenés que devaluar. Porque si vos devaluás de un día para el otro y no tenés controlados los precios ni el mercado cambiario todo el mundo va a comprar dólares y remarcar", explicó en su momento el autor.
Tras anunciar su candidatura como gobernador de la provincia de Buenos Aires, Kicillof apareció este fin de semana con quien será su compañera de fórmula, la intendenta (alcaldesa) de La Matanza, Verónica Magario. La elección de su acompañante es clave, ya que La Matanza es el municipio más extenso y poblado de la provincia. Varios de los más imporantes discursos políticos de los Kirchner han tenido lugar en este bastión.
"Ya estamos trabajando por una provincia que incluya a todas y a todos los bonaerenses", escribieron en Twitter. No obstante, deberán hacer frente a la actual gobernadora, María Eugenia Vidal, que ha recibido elogios por su gestión.
Al mismo tiempo, según el diario La Nación, la candidatura de Kicillof podría enfrentar dificultades debido a un problema legal. Ocurre que el domicilio que el ministro K inscribió en 2016 en la provincia no cumpliría con el tiempo mínimo de cinco años que necesita para poder postular al cargo de gobernador provincial.
"Se dedicó a recorrer el país desde el mismo momento que terminó su gestión como ministro de Economía", explican a La Tercera desde el entorno de Kicillof. "Axel trabajó todo ese tiempo para que el espacio que conduce Cristina Fernández sea una alternativa con posibilidades de ganar las elecciones", agregan desde su círculo.
Sin embargo, desde que dejó el ministerio de Economía, a Kicillof se le enrostran varias de las decisiones que llevaron a lo que el oficialismo ha calificado como la "pesada herencia": estatización de YPF, programas de reestructuración de la deuda, el conflicto con los fondos buitre, el congelamiento y control de precios, entre otras materias.
"Fueron decisiones macroeconómicas muy erradas, pero que no son percibidas tan claramente por el electorado", concluye el politólogo argentino José Ángel Di Mauro.