La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, expresó hoy en la presentación de su informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos su preocupación por las nuevas medidas para restringir la inmigración a Estados Unidos, que afectan entre otros a los migrantes centroamericanos.

El Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), en vigor desde finales de enero, "restringe el acceso al asilo y a otras formas de protección de los derechos humanos, y obliga a los migrantes a esperar al otro lado de la frontera que se tramiten sus casos sin los procedimientos y salvaguardas debidos", sostuvo Bachelet.

El protocolo establece que los migrantes que piden asilo en Estados Unidos y no pueden demostrar que su vida corre peligro en México permanecerán en el país vecino mientras se procesa su petición, lo que se ha traducido en la devolución a México de personas procedentes de las caravanas centroamericanas.

La expresidenta también recordó en su intervención las frecuentes separaciones de hijos y padres migrantes detenidos en Estados Unidos, y recordó que según informes del propio gobierno estadounidense son miles de menores los afectados por estas medidas.

Bachelet analizó que las caravanas hacia Estados Unidos de migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras "pueden interpretarse como un fracaso del intento de que el desarrollo llegue a todo el mundo, con persistentes violaciones de los derechos que conducen a profundas desigualdades".

Ante ello, la alta comisionada dio la bienvenida a iniciativas de esos países y México para atender el problema de la migración, y los cambios en la política mexicana en ese sentido.

Bachelet subrayó que México "se está esforzando en cambiar políticas enfocadas en la detención y deportación de migrantes a otras centradas en la protección de sus derechos, incluyendo oportunidades para su regularización".

76 mil migrantes cruzaron irregularmente la frontera de EE.UU. con México

Las declaraciones de la autoridad internacional se dan un día después de que la Patrulla Fronteriza estadounidense entregará sus nuevas cifras de inmigración. Informe donde destaca que 76 mil migrantes cruzaron irregularmente la frontera de Estados Unidos con México en febrero, doblando el registro del mismo mes del 2018.

"El sistema está mucho más allá de su capacidad y se encuentra en un punto crítico", dijo el comisionado de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. (CBP, en sus siglas en inglés), Kevin McAleenan, en una rueda de prensa en Washington al anunciar los últimos datos.

En total, 76.103 migrantes fueron detenidos en el linde sur del país, en comparación con los 36.751 del mismo mes del año pasado, de acuerdo a la CBP.

Este dato mensual es el mayor registrado en los últimos 12 años.

Más del 90 % de los migrantes de febrero fueron de Guatemala, según McAleenan, que explicó que "muchas familias guatemaltecas ahora están utilizando autobuses y llegando a la frontera suroeste en tan solo cuatro y siete días de manera muy consistente".

Asimismo, Honduras desbancó a México como el segundo país con más nacionales que llegaron ilegalmente a Estados Unidos.

Por otro lado, el funcionario argumentó que los próximos meses -marzo, abril y mayo- registran normalmente picos de llegadas a la frontera, gracias a las buenas temperaturas que hacen que la travesía sea más cómoda.

"Estamos muy preocupados de que los números (de detenciones) van a continuar creciendo", agregó.

Entre los migrantes que cruzaron, 40.325 fueron familias y 7.249 fueron menores no acompañados.

El registro de febrero significa la cuarta vez en los últimos cinco meses que el número de familias migrantes rompe un récord.

En su intervención, McAleenan dijo que se han producido "cambios radicales" en los procedimientos de los agentes fronterizos para garantizar una atención médica adecuada para los migrantes, después de que murieran dos niños en diciembre bajo su custodia.

"Estamos viendo migrantes que llegan con enfermedades y con varias condiciones médicas a un nivel sin precedentes", alarmó McAleenan, que dijo que los agentes fronterizos están trasladando una media de 55 personas a hospitales cada día.

De hecho, en febrero se registraron 31 mil derivaciones para atención médica, en comparación con los 12.000 del mismo mes del año pasado.