La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió hoy al gobierno nicaragüense que se abstenga de utilizar la violencia para reprimir las manifestaciones convocadas en el aniversario de las protestas en ese país, que se conmemorará el próximo 18 de abril.
"Me preocupa que las protestas convocadas para los próximos días puedan desencadenar otra reacción violenta", destacó Bachelet, quien reiteró sus críticas a "la criminalización, el hostigamiento y los ataques en contra de líderes estudiantiles, defensores de derechos humanos, periodistas y otras personas críticas".
El Gobierno del presidente Daniel Ortega deben comprometerse a que las fuerzas de seguridad "garanticen los espacios necesarios para que las personas se reúnan pacíficamente y puedan expresar sus opiniones de conformidad con los derechos internacionalmente reconocidos", añadió la expresidenta en un comunicado.
La autoridad internacional señaló que en el año transcurrido al menos 300 personas murieron en las protestas, 2 mil resultaron heridas, y la crisis política y social ha forzado a 62 mil personas a dejar el país, la mayoría refugiándose en la vecina Costa Rica.
La Alta Comisionada manifestó su preocupación por el incremento de la censura en Nicaragua, y por las duras condiciones de los arrestados durante las protestas, en las cárceles y centros de detención, donde podrían haber sufrido tortura y malos tratos.
También lamentó que se hayan estancado las negociaciones entre el Gobierno y parte de la oposición (Alianza Cívica), y subrayó que los acuerdos alcanzados en marzo sobre la liberación de detenidos y el fortalecimiento de derechos y garantías no parecen haber sido implementados.
"Es de suma importancia que se establezca un proceso de responsabilidad exhaustivo y transparente para garantizar la justicia, la verdad y las reparaciones, así como garantías claras de no repetición, de conformidad con las normas y estándares internacionales", concluyó.