La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció hoy que los activistas en Latinoamérica están cada vez en mayor riesgo y pidió a los gobiernos que refuercen su protección y tomen medidas para evitar que la situación siga degradándose.
En su primer pronunciamiento ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que inauguró en Ginebra su último periodo de sesiones de este año, la nueva autoridad hizo especialmente énfasis en la situación de los defensores locales de los derechos humanos en esa región, donde están siendo víctimas de inusitada violencia.
Pese al cese del conflicto y a las perspectivas de paz que nacieron del acuerdo suscrito entre el Estado y la guerrilla de las FARC, Colombia fue el país donde Bachelet reportó el número más elevado de homicidios de activistas.
Precisó que entre el 1 de enero y el 1 de septiembre pasados, su oficina registró el asesinato de 53 líderes de los DD.HH. en Colombia, mientras que otros 57 casos están en proceso de verificación.
En México, continuó, hubo ocho activistas asesinados en los primeros ocho meses de 2018, superando a las víctimas registradas durante todo el año pasado.
Muchos otros defensores de los derechos humanos que sobreviven, sufren persecución judicial, denuncias abusivas, campañas de difamación, son vigilados, amenazados de muerte o sujetos a ataques, agregó.
Bachelet también denunció que muchos periodistas en México corren una suerte similar, con 12 asesinatos documentados en 2017 y ocho este año, más un desaparecido.
El tercer país de la región por el que expresó preocupación en este mismo ámbito fue Guatemala, con 12 asesinatos de activistas este año, comparados con ocho en 2017.
En relación a esta situación, la Alta Comisionada consideró "deplorable" la decisión del gobierno de rescindir el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) e impedir la entrada al país de su responsable, Iván Velásquez.
Esas medidas "ponen fin a un instrumento esencial de lucha contra la impunidad y la corrupción", denunció.
La ex mandataria prefirió para su primera presentación ante el Consejo de Derechos Humanos ofrecer una versión oral resumida de su discurso, cuya versión oficial de catorce páginas fue distribuida entre los Estados miembros y la prensa.
En ella se refiere a las crisis en Venezuela y Nicaragua, y a como la población está huyendo masivamente del primer país y, en menor medida, del segundo.
Asimismo, criticó el anuncio reciente del gobierno de Estados Unidos de que no respetará más una sentencia que limitaba a veinte días el periodo de detención de niños inmigrantes, al tiempo que denunció que unos 500 niños separados de sus padres por funcionarios estadounidenses no han sido aún devueltos a sus familias.
Bachelet expresó la inquietud que existe por la situación de los inmigrantes en Europa y los planes de consolidar los mecanismos para su repatriación o expulsión.
También se refirió a las violaciones de los derechos humanos en Birmania, a los conflictos en Siria, Afganistán y el Yemen, entre otras varias situaciones.
La nueva alta comisionada, quien asumió la semana pasada este alto cargo en el sistema de la ONU, recordó ante el Consejo que fue detenida política, refugiada, que estudió y ejerció como médica, dirigió el primer organismo de la ONU dedicado a la igualdad de género, además de haber sido dos veces presidenta de Chile.
Aseguró a los países que, justamente como ex jefa de Estado siempre estará dispuesta a escuchar a los gobiernos porque puede entender sus preocupaciones, pero también les recordará su responsabilidad fundamental de proteger los derechos de sus pueblos.