La abstención dominó las inéditas primarias del domingo en Bolivia y dejó en una encrucijada al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) del Presidente Evo Morales, que hasta este lunes rozaba el 40% de participación con resultados preliminares, en unos comicios en que la oposición llamó a no participar. Ante este escenario, el vicepresidente Álvaro García Linera anticipó que deberán "tomar medidas" de cara a las elecciones de octubre en las que Morales busca la tercera reelección.
"El MAS es un partido que deja de ser hegemónico, ya que el voto duro que tenía ha disminuido notoriamente", dijo a La Tercera PM el politólogo Jorge Dulon.
La jornada del domingo, en que 1,7 millones de militantes estaban llamados a votar voluntariamente, evidenció altos niveles de ausentismo. En medio de unas primarias en que con un solo voto los binomios inscritos fueron habilitados para la carrera presidencial.
Del total de inscritos para votar el domingo, al menos 990.000 eran militantes del MAS, por lo que la baja participación habría tomado por sorpresa a Morales y a su compañero de fórmula, García Linera, quienes habían señalado que la participación del oficialismo se situaría entre el 50% y el 70%.
Reacciones
El ministro de Comunicación, Manuel Canelas, señaló que son "razonables" los niveles de participación del MAS y criticó a la oposición por pedir no votar tras advertir que "ni la suma de militantes" de ese sector se aproxima a la del oficialismo.
Después de conocer los resultados parciales, Morales acusó que "alguien está manipulando, alguien está usando y alguien nos quiere perjudicar desde el Tribunal Supremo Electoral (TSE)", y solicitó una investigación. Esto debido a que durante la elección algunos militantes del MAS aparecieron inscritos en partidos de oposición.
En cambio, la oposición celebró la escasa participación en las primarias ya que, a su juicio, Evo no logró "legitimar" su candidatura ante sus filas, ni ante los bolivianos que en el referéndum de 2016 rechazaron habilitar una nueva reelección del Mandatario. Según analistas, durante la campaña Morales deberá "reconquistar" a sus bases y trabajar en el rechazo de la población ante una nueva candidatura que lo podría mantener en el poder hasta 2025.