Destituido: el primer ministro francés, Michel Barnier, fue objeto de una moción de censura este miércoles en la tarde en la Asamblea Nacional. Con los votos de la extrema derecha y la izquierda, el nombrado por Macron en septiembre deja el Hotel de Matignon, y Francia se queda, de momento, sin gobierno.

La moción de censura fue ingresada este lunes por el Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierda que junta a socialistas, ecologistas e insumisos, y que en esta ocasión aportó 182 escaños a la aprobación de la iniciativa. Desde el otro extremo del hemiciclo, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, también se sumó, con 143 diputados votando a favor de sacar a Barnier del gobierno. Junto con otros diputados de grupos menores, al final fueron 332 diputados, superando largamente el número de 288 que se necesitaba.

Francia se estaría embarcando en un “viaje a lo desconocido”, en palabras de Michel Barnier: desde 1962 que un primer ministro no era censurado por el Poder Legislativo. La moción de censura llega después de que Barnier hubiera alcanzado, según dijo, “el límite del diálogo” con la oposición.

Marine Le Pen en medio de la moción de censura contra Michel Barnier. Foto: Reuters.

Se necesitaban 288 votos de los 577 diputados. Y el bloque de izquierda (182) y el partido de Le Pen (143) los tenían. Luego de una sesión de cerca de 4 horas, donde representantes de todos los partidos esgrimieron sus argumentos, el pleno de la Asamblea Nacional sacó a Michel Barnier de la jefatura de gobierno.

Este lunes, luego de que Michel Barnier anunciara la activación del artículo 49.3 para aprobar su presupuesto de la Seguridad Social, la indignación se encendió en la izquierda, que ingresó una moción de censura que ya había amenazado con utilizar. Esto, a causa de la decisión “antidemocrática” del primer ministro.

La movida “suicida” de Barnier, de la cual el mismo Macron no estaba enterado el pasado lunes, viene luego de una serie de discusiones con la extrema derecha alrededor el presupuesto de la Seguridad Social. La Agrupación Nacional de Marine Le Pen llevaba semanas ejerciendo presión para que las medidas de ahorro fiscal que quería poner Barnier en efecto fueran retiradas del texto. Aunque las concesiones fueron dándose durante los días, Marine Le Pen dejó clara su postura en el debate: “no se pueden llamar concesiones, no son sino migajas”.

Michel Barnier en el hemiciclo de la Asamblea Nacional francesa. Foto: Reuters.

En entrevista con la televisión francesa este martes, el ahora exjefe de Gobierno indicó que había entrado al Hotel de Matignon en una situación “inaudita”, a causa de la fragmentación política de la Asamblea Nacional. Luego de las legislativas de julio, el Legislativo quedo dividido en tres bloques: primero la izquierda del Nuevo Frente Popular, luego el centro macronista y por último la ultraderecha de Marine Le Pen.

El gobierno de Barnier rompe récords en la Quinta República Francesa: con sus noventa días de duración, es el más corto en todo este tiempo. Además, es la primera vez desde 1962 que el primer ministro se hace destituir a través de una moción de censura. En ese entonces, fue Georges Pompidou la víctima del rechazo del Legislativo, aunque seis años después, el mismo sería electo presidente de Francia.

Si el fin de gobierno de Barnier es particular, hay que recordar que su inicio también lo fue: hasta julio de 2024, nunca en la Quinta República se había nombrado un primer ministro sin el apoyo explícito de la coalición que ganó las elecciones. La elección de Emmanuel Macron de ignorar la victoria del Nuevo Frente Popular y nombrar a un político de centro derecha como jefe de Gobierno fue, en sí, una sorpresa en septiembre.

Michel Barnier después de dar su discurso en medio de la moción de censura en su contra. Foto: Reuters.

“A partir de ahora, señorías, cada uno debe hacer frente a sus responsabilidades, yo haré frente a las mías”. Con esas palabras, el entonces primer ministro Michel Barnier mostraba la decisión con la que hacía uso del artículo 49.3 de la Constitución Francesa para hacer pasar su presupuesto “a la fuerza”, sin necesitar la aprobación de un Congreso que se le iba a oponer de todas maneras.

Comprometiendo “la responsabilidad de su gobierno”, al final fue su gobierno el que terminó, y justo un día antes de cumplir tres meses: del 5 de septiembre al 4 de noviembre. Ahora, los escenarios que se abren llevan, en su mayoría, a la inestabilidad y la incertidumbre.

Desde el hemiciclo, el portavoz de La Francia Insumisa, Eric Coquerel, aseguró que esta moción de censura no solo apunta a Barnier, sino que indica la obsolencia del mandato de Emmanuel Macron. “El presidente de la República es hoy un obstáculo, y nada una solución. Hoy, votamos la censura de vuestro gobierno, pero más que nada, tocamos la campana de un mandato: el del presidente”, aseguró Coquerel.

Esta no es la primera vez que los insumisos proponen el fin del mandato de Emmanuel Macron, sea por la renuncia o por la destitución. Aún cuando el presidente debería dejar el cargo naturalmente en 2027, desde La Francia Insumisa ven su demisión como una manera de darle solución a la actual crisis política.

Jean Luc Melenchon, líder de La Francia Insumisa, mirando el hemiciclo en medio de la moción de censura contra el primer ministro. Foto: Reuters.

En referencia a la moción de censura, Marine Le Pen aseguró que esta vez sumaba su voz “con alegría” a la de la extrema izquierda, indicando que “la peor política sería no censurar un presupuesto así”, refiriéndose al proyecto de Barnier. “Los pequeños pasos que (el gobierno) ha intentado tímidamente y muy tarde no pueden llamarse concesiones: son migajas”, indicó la presidenta del grupo de la Agrupación Nacional en la Asamblea.

Desde el Partido Socialista, del cual se esperaba “flaquearan” algunos diputados, el representante Boris Vallaud dejó claro que su formación mantendría la posición de todo el Nuevo Frente Popular. Así, le enristró a Barnier el haber estimado “más conveniente hablar con la extrema derecha que con la izquierda”. “La mayoría de los compromisos que usted quería se ha transformado en un gobierno siniestro, en connivencia con la extrema derecha, que está sufriendo y que ahora lo está acabando”, dijo en el Parlamento.

El parlamentario socialista Boris Vallaud en medio de la moción de censura contra Michel Barnier. Foto: Reuters.

Por su parte, en defensa de Michel Barnier acudió el presidente del grupo de Los Republicanos en la Asamblea, Laurent Wauquiez, que criticó duramente a “los ambos extremos” por la moción de censura contra el jefe de Gobierno: “No hay sino dos posibles, que son el interés del país o el interés de los partidos, la elección de la responsabilidad o la elección del caos, elegir la solución o elegir el desorden”.

“Aquí estamos y aquí estamos en este momento de la verdad. Siento que es un honor ser, haber sido durante tres meses y seguir siendo el Primer Ministro de los franceses, de todos los franceses”, terminó Barnier, en un discurso que ya se sentía como despedida: “Como esta misión quizás termine pronto, quiero decirles que seguirá siendo un honor para mí haber servido a Francia y a los franceses con dignidad”.

Desde el Partido Ecologista intentan mandar señales al macronismo, y la presidenta de la formación, Marine Tondellier publicó un video en el que llamó a buscar una solución “en el cuadro del frente republicano”, o sea, de los partidos que en julio se opusieron a la Agrupación Nacional: “En una situación excepcional, solución excepcional. En la crisis que atravesamos, parece bastante lógico que la solución se busque en el marco de este frente republicano. Sólo en este marco se puede encontrar”

Emmanuel Macron llegando a Al Ula, en Arabia Saudita. Foto: Reuters.

Con Barnier fuera, lo que se sabe es que ahora Macron, que estaba más enfocado en la política internacional, tendrá que volver a Francia a elegir un nuevo primer ministro De hecho, ya estuvo haciendo contactos durante la semana: “Claro que hay conversaciones”, indicó un consejero de Macron a RMC.

Por lo que se especula en BFMTV, la fórmula que busca Macron no ha cambiado: evitar la censura de la Agrupación Nacional, intentar obtener el apoyo de los socialistas –quebrando así al Nuevo Frente Popular– y mantener el respaldo de los republicanos y derecha tradicional.

“En las conversaciones surge el nombre de Sébastien Lecornu, ministro de Armas. Procede de la derecha, pero está muy cerca del jefe de Estado, quizá demasiado. Los nombress de François Bayrou y Gérard Larcher también han sido citados. Otra solución constituirá un gobierno de técnicos, más que políticos. Y con una misión de emergencia: redactar un presupuesto con una urgencia adicional. Vuelta al punto de partida”, indica la emisora gala.

Otra fuente indicó a BFMT que Macron quiere “nombrar un primer ministro en 24 horas”. “No quiere aparecer sin gobierno frente a Trump este fin de semana. Es una cuestión de credibilidad para Francia”. El presidente electo norteamericano visitará la capital francesa en el contexto de la reapertura de la Catedral de Notre Dame.