Beatriz, la historia de la mujer que se alzó como símbolo de la prohibición del aborto en El Salvador
El caso de Beatriz, la joven a la cual el Estado salvadoreño le negó el acceso al aborto pese a la inviabilidad de su embarazo dio a la vuelta al mundo y se convirtió en la primera denuncia de este tipo en llegar hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Un histórico fallo emitió el pasado viernes la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) respecto al caso de Beatriz, una joven salvadoreña a la cual el Estado de ese país le negó el acceso a un aborto en el año 2013.
En ese entonces la joven, quien sufría una serie de problemas de salud y presentaba un embarazo de alto riesgo, solicitó a la justicia de El Salvador poder acceder a este procedimiento, sin embargo, esto fue denegado.
Cabe destacar que El Salvador es uno de los países con las leyes más restrictivas respecto a la interrupción del embarazo, con condenas que van de los 30 a los 50 años de cárcel, en caso de que la mujer sea acusada del delito de homicidio agravado.
En ese contexto, y casi 12 años después, los jueces de la CIDH fallaron a favor de Beatriz, y resolvieron que el Estado salvadoreño ejerció violencia obstétrica y violó sus derechos como mujer al negarle el acceso al aborto.
El caso de Beatriz
Beatriz era una joven trabajadora doméstica de 22 años que estaba embarazada de su segundo hijo y que previamente había sido diagnosticada con lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoidea y nefropatía lúpica.
Debido a sus complicaciones de salud y el alto riesgo que conllevaba el embarazo, varios médicos le recomendaron que se sometiera a un aborto, debido a que el feto no sobreviviría.
El año previo, Beatriz ya había dado a luz con complicaciones a su primer hijo, quien debió pasar casi 40 días internado tras nacer. En esta ocasión, el feto que gestaba padecía de anencefalia, es decir, no tenía encéfalo ni cráneo.
Debido a las altas restricciones del país en esa materia, Beatriz debió introducir un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de El Salvador para que se le permitiera abortar, sin embargo, y pese a la recomendación de un comité médico de 15 especialistas, esta solicitud no fue aceptada.
Debido a esto Beatriz se vio en la obligación de continuar con su embarazo y dar a luz a un bebé que falleció a las cinco horas de haber nacido.
El fallo de la CIDH
Luego de un año de revisión del caso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvió que el Estado salvadoreño es “internacionalmente responsable por no cumplir con su deber de debida diligencia para garantizar los derechos de acceso a recursos judiciales efectivos, la integridad personal, la salud y la privacidad” de Beatriz.
Asimismo, el tribunal acusó que la joven “transitó un embarazo con riesgos múltiples en una situación de violencia obstétrica” y que “la falta de certeza jurídica sobre el abordaje de su caso llevó a burocratizar y judicializar la atención médica requerida, lo que afectó la integridad personal de la víctima y de su familia”.
Este fallo de la corte ha sido ampliamente celebrado por organizaciones de derechos humanos y por los derechos de la mujer no solo en El Salvador, sino que en toda Latinoamérica, debido a que representa la primera vez que una denuncia relacionada con el aborto llega al máximo tribunal regional.
En cuanto a las órdenes que resolvió el tribunal, debido a que Beatriz falleció en un accidente algunos años después de su segundo embarazo, se ordenó al Estado salvadoreño asumir la reparación de la familia de la demandante por los daños sufridos y cubrir los gastos legales.
Por otro lado, pese a que no menciona expresamente el derecho al aborto, el fallo ordenó al Gobierno salvadoreño adoptar las “normativas necesarias para brindar directrices y guías de actuación al personal médico y judicial en situaciones que pongan en riesgo la vida y la salud de la mujer”.
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