"Era la víspera de Semana Santa de 2007 y justo regresaba a Italia después de unos meses en Colombia. Silvio Berlusconi estaba teniendo problemas con su esposa Verónica Lario. Subí a un cerro, desde donde se ve la mayor parte del Parque Villa Certosa. Esperaba fotografiar a Berlusconi paseando por el lugar con su familia. Pero en cambio lo vi acompañado de cinco jóvenes, dos de ellas sentadas en su regazo. Esa fue una de mis primeras portadas para la revista Oggi que tituló: 'El Harem de Berlusconi'". Así recuerda el fotógrafo italiano Antonello Zappadu, en conversación con La Tercera, la primera vez que llegó hasta Cerdeña para capturar con su lente al cuatro veces premier de Italia.
"Vi presento Berluscolandia", es el libro "que cuenta la verdad" de Zappadu y que revive las escandalosas fiestas en la mansión de veraneo de "Il Cavaliere", hoy de 82 años, que le significaron una condena en 2013 por el "Rubygate", cuando fue declarado culpable por pagar a una menor de edad para tener relaciones, además de abuso de poder.
"Voyeur, fotógrafo de tercera y violador era lo más suave que me decían. La mayoría de los italianos estaban "enamorados" de Berlusconi", sostiene este fotógrafo freelance, de 61 años. Zappadu nació en Cerdeña, por lo que conoce "cada camino, árbol y rama del lugar". "Me fue fácil evadir la enorme seguridad", rememora. Sin embargo, trabajó día y noche, sin horarios, hasta que se creó su "propia red de información". De esta manera, si el exjefe del gobierno italiano y líder del partido Forza Italia se dirigía de Roma al aeropuerto de Olbia "siempre me informaban con antelación".
El reportero gráfico se consagró con tres exclusivas. En 2007, la de la revista Oggi; en 2009 el diario El País compró las fotos del expremier de República Checa, Mirek Topolánek desnudo y con varias mujeres en la Villa Certosa; y en 2011, L'Espresso publicó imágenes de Berlusconi con dos mujeres "muy jóvenes" el mismo día en que se llevó a cabo el referéndum sobre su inmunidad. "He tomado cerca de 80.000 fotos en seis años. Sólo las cinco que publicó El País fueron devastadoras para Berlusconi y su coalición política. Imaginen si pudiera publicar cinco más", advierte. En su casona de veraneo, Berlusconi tenía, según Zappadu, una cueva secreta, un volcán falso, tortugas caribeñas y dos tumbas fenicias.
Eso sí, estas imágenes tuvieron un alto costo para el fotógrafo. "Ocho juicios, incautaciones de material audiovisual, computadores y memorias. Nadie quería trabajar conmigo porque Berlusconi y sus subsidiarias concentran cerca de 350 compañías y el 90% eran editoriales". Ahora Zappadu y Berlusconi vuelven a cruzar sus caminos, el fotógrafo con su libro y el expremier con una nueva candidatura al Parlamento Europeo.