El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado ayer miércoles la primera ley contra la islamofobia en la historia del país en un contexto en el que numerosos informes destacan el crecimiento tanto de la islamofobia como del antisemitismo, ambos exacerbados por la reciente escalada del conflicto palestino-israelí.
“El presidente Biden se presentó a las elecciones para restaurar el alma de nuestra nación. Es rotundo: en Estados Unidos no hay lugar para el odio contra nadie”, ha afirmado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.
Además, Jean-Pierre ha recordado y lamentado el asesinato de Wadea al Fayoume, un niño palestino-estadounidense de seis años que fue asesinado a mediados de septiembre en las afueras de la ciudad de Chicago por ser musulmán; su madre quedó gravemente herida tras ser atacados por un hombre de 71 años.
“Durante demasiado tiempo, los musulmanes de Estados Unidos, y quienes son percibidos como musulmanes, como los árabes y los sijs, han soportado un número desproporcionado de ataques alimentados por el odio y otros incidentes discriminatorios”, ha aseverado la portavoz.
Este anuncio está enmarcado en los esfuerzos de la Administración Biden en sus intentos de “contrarrestar la islamofobia, el antisemitismo y las formas conexas de prejuicio y discriminación” dentro del país.
“En el futuro, el presidente, el vicepresidente y toda nuestra administración seguirán trabajando para garantizar que todos los estadounidenses tengan la libertad de vivir sus vidas con seguridad y sin temor a cómo rezan, en qué creen y quiénes son”, concluyó en el comunicado.
La jornada de este jueves está previsto que el Presidente Gabriel Boric se reúna con Biden en la Casa Blanca tras aterrizar en Washington durante la mañana, y si bien no es el objetivo de la reunión, es probable que el conflicto árabe-israelí sea abordado en la conversación.