Pasado las 8 de la noche (hora Israel) y tras una reunión de tres horas del Gabinete de Seguridad para discutir el borrador del acuerdo de alto el fuego con Hezbolá, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu finalmente anunció que se aprobó la propuesta para detener las hostilidades. Inmediatamente después, presentó el esquema para el alto el fuego al gabinete en pleno (es decir, a todos los ministros de gobierno), quienes dieron su aprobación final a las 10 de la noche.

De esta manera, el acuerdo de cese el fuego entrará en vigor este miércoles a las 4 de la mañana, hora local, según informó más tarde el presidente estadounidense Joe Biden en un discurso desde el Jardín de Rosas de la Casa Blanca. El mandatario dijo que los gobiernos de Israel y Líbano aceptaron la propuesta para “poner fin al devastador conflicto entre Israel y Líbano” y celebró el desarrollo como “buenas noticias”.

“Bajo el acuerdo alcanzado hoy, que entrará en vigor a las 4 a.m. de mañana hora local, los combates a lo largo de la frontera libanés-israelí cesarán”, sostuvo el Presidente. “Esto está diseñado para ser un cese permanente de hostilidades. Lo que queda de Hezbolá y otras organizaciones terroristas no será permitido”, agregó. Biden añadió que Israel conserva su derecho a la “autodefensa” si se rompe el acuerdo.

En los próximos 60 días, el ejército libanés “tomará el control de su propio territorio”, dijo Biden.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habla en el plenario, durante una discusión sobre el tema de los rehenes secuestrados durante el mortal ataque del 7 de octubre de 2023, en el parlamento de Israel, la Knesset, en Jerusalén, 18 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Por su parte, Netanyahu señaló que un acuerdo significa que ahora Israel puede centrarse en la “amenaza iraní” y aislar a Hamas separando los frentes de guerra, diciendo que “cuando Hezbolá esté fuera de escena, Hamas se quedará solo en la campaña”. También prometió que Israel “responderá” si Hezbolá viola la tregua.

El primer ministro israelí también se comprometió a devolver a las familias del norte de Israel a sus hogares, un principal objetivo de la guerra. “Pudimos lograr muchos de nuestros objetivos durante esta guerra”, dijo. También habló de un “cambio de paradigma en materia de seguridad para Israel”. Mencionó a todos los adversarios imaginables en el mundo árabe y dejó claro que el alto el fuego se hizo en sus términos y en el momento oportuno.

Desde Líbano, el primer ministro Najib Mikati afirmó tras el anuncio de Netanyahu que la comunidad internacional debe “actuar rápidamente” para detener la agresión israelí “e implementar un alto el fuego inmediato”. Y en Tel Aviv, mientras se aprobaba el acuerdo, se registraron en paralelo protestas masivas de israelíes pidiendo la liberación de rehenes en Gaza, según informó Reuters.

La gente protesta exigiendo la liberación de los rehenes que fueron secuestrados durante el mortal ataque del 7 de octubre de 2023, antes de un posible acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbollah respaldado por Irán en Líbano, en Tel Aviv, Israel, 26 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que el acuerdo alcanzado es resultado de un intenso esfuerzo diplomático por parte de Estados Unidos y sus socios como Francia. También afirmó que Biden ha estado trabajando durante semanas y meses para implementar el plan de alto el fuego en el Líbano. “Creo que calmando las tensiones en la región se puede poner fin a la guerra en Gaza”, sostuvo.

“Estamos comprometidos a trabajar con la próxima administración Trump en el alto el fuego en Gaza y otras cuestiones, y se debe desarrollar un plan de posguerra para que los residentes de Gaza puedan vivir sin Hamas”, sostuvo Blinken. El equipo del presidente electo Donald Trump fue informado sobre el acuerdo de alto el fuego y ve el plan de manera favorable, dijo un funcionario de EE.UU. a CBS.

La propuesta incluye varias etapas: la primera implica el cese de los combates entre las partes y la retirada de Hezbolá hacia el norte. Israel se retirará entonces del sur del Líbano. En una etapa posterior, ambas partes iniciarán negociaciones sobre su frontera terrestre, la llamada Línea Azul.

Las personas desplazadas que abandonaron sus hogares tras las órdenes de evacuación de Israel se reúnen alrededor de un fuego para mantener el calor en medio de las hostilidades en curso entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, en Beirut, Líbano, 26 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

La tensión durante la tarde

Las horas previas a la reunión fueron tensas y no estuvieron exentas de ataques militares en ambos lados de la Línea Azul. Mientras se discutía el acuerdo de cese el fuego, Israel continuó bombardeando el Líbano: mató a 55 personas e hirió a 160 durante las últimas 24 horas, en la capital Beirut y en las ciudades sureñas de Tiro, Sidón y Naquora, según informó el Ministerio de Salud libanés.

De hecho, antes del esperado anuncio, Hassan Fadlallah, alto funcionario de Hezbolá y miembro del Parlamento, dijo a Reuters que el Líbano afrontaba “horas peligrosas y sensibles”, dados los intensificados ataques de la fuerza aérea israelí en Beirut y sus suburbios del sur.

Y durante la misma reunión del gabinete de Seguridad, que comenzó a las 5 de la tarde (hora Israel) las fuerzas israelíes llamaron a evacuar a los residentes en las ciudades libanesas Tiro y Sidón, diciendo que atacarían en un “futuro cercano”. “Ustedes están situados cerca de las instalaciones e intereses de Hezbolá, contra los cuales las FDI actuarán con fuerza en el futuro próximo”, dijo el portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee, en X.

A las 4 de la tarde, hora Líbano, el ejército israelí llevó a cabo varios ataques en el sur de la capital Beirut, poco después de emitir advertencias a 20 edificios que, según dijo, eran objetivos de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut. Se trató del mayor ataque simultáneo en los suburbios del sur de Beirut hasta el momento, de acuerdo con la cadena CNN.

El ejército israelí dijo que atacó unos 30 objetivos pertenecientes a Hezbolá en el sur del Líbano, que incluían un lanzador utilizado para disparar proyectiles a Israel el día anterior, “instalaciones de almacenamiento de armas, sitios de infraestructura terrorista, centros de comando y lanzadores adicionales”, dijo el ejército en un comunicado.

A las 3 de la tarde, hora Líbano, se registraron ataques israelíes contra dos localidades del distrito libanés de Tiro que hirieron a siete personas, según el Ministerio de Salud del Líbano. “Las incursiones del enemigo israelí en las ciudades de Srifa y Bazourieh en el distrito de Tiro resultaron en siete personas heridas”, afirmó la cartera de Salud en X.

El humo se eleva después de un ataque israelí en Hamra, en medio de las hostilidades en curso entre Hezbollah y las fuerzas israelíes, Líbano, 26 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Líbano devolvió los ataques a las 6 de la tarde, hora Israel. El ejército israelí anunció que se identificaron 10 proyectiles cruzando desde el Líbano hacia el norte de Israel, lo que hizo sonar las sirenas en la ciudad portuaria de Haifa y otras áreas.

“Tras las sirenas que sonaron entre las 16:44 y las 16:45 en la zona de la bahía de Haifa, fueron interceptados cinco proyectiles que cruzaban desde el Líbano hacia territorio israelí”, indicó el ejército en un comunicado. Otros cinco misiles fueron disparados hacia la Alta y Occidental Galilea, algunos de los cuales fueron interceptados, añadió.

Por su parte, Fadlallah afirmó que el grupo seguirá activo después de que termine su guerra con Israel, incluso ayudando a los libaneses desplazados a regresar a sus aldeas y reconstruyendo áreas destruidas por los ataques israelíes.

¿Es realmente un acuerdo?

Israel podría alcanzar un acuerdo de alto el fuego con el Líbano, pero la condición para que finalmente se cumpla recae en Irán y su influencia sobre Hezbolá, que sigue siendo una gran amenaza. Aunque el gobierno libanés quiera presentar esta negociación como un entendimiento más que como un nuevo tratado, la realidad es que no se resolverá la presencia armada de Hezbolá, ni se desarmará su arsenal, según un análisis de Financial Times.

El acuerdo no es un pacto de paz, sino un marco diseñado para estabilizar el alto el fuego y regular las relaciones militares, por lo que aún queda mucho por resolver en términos de violaciones y respuestas a estas. Considerado una continuación de la Resolución 1701 de la ONU, establecería condiciones que limitan la militarización en la región, pero el verdadero desarme de Hezbolá parece ser un objetivo no alcanzable.

Soldados israelíes trabajan en un tanque, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbollah e Israel, cerca de la frontera de Israel con Líbano en el norte de Israel, 26 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Además, la participación y aprobación del Parlamento libanés, donde Hezbolá tiene representación, complica aún más el proceso de formalización del acuerdo. La capacidad del ejército libanés para implementar y monitorear este acuerdo sigue siendo evidentemente cuestionable debido a su debilidad estructural y falta de recursos. La situación en Líbano es compleja, ya que el régimen no puede enfrentar a Hezbolá, quien es parte del gobierno y tiene un papel crucial en la política del país.

Cualquier intento de desarmar al grupo podría desencadenar violencia y potenciales guerras civiles. Hezbolá opera con el estatus de “fuerza de defensa”, dada la incapacidad del ejército libanés para manejar amenazas externas. Además, las negociaciones sobre un acuerdo entre Israel y Líbano están mediadas principalmente por el presidente del parlamento, Nabih Berri, en coordinación con Irán, que actúa como garante del cumplimiento por parte de Hezbolá.

Soldados israelíes visitan el sitio donde una casa fue dañada, después de que el ejército de Israel informó sobre proyectiles que cruzaron hacia Israel desde Líbano, en medio de hostilidades entre Hezbollah y las fuerzas israelíes, 26 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Al menos 3.823 personas han muerto y 15.859 han resultado heridas en ataques israelíes en Líbano desde el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio de Salud del país. Hezbolá comenzó a atacar el norte de Israel el 8 de octubre del año pasado, vinculando sus acciones al apoyo a Hamas en Gaza tras el ataque del 7 de octubre.

Israel respondió con ataques aéreos en todo el Líbano en los meses siguientes, así como con una serie de asesinatos de comandantes de Hezbolá, en particular el exjefe de Hezbolá Hassan Nasrallah en septiembre y el comandante superior Fuad Shukr en agosto. El 30 de septiembre, las FDI lanzaron una operación terrestre “concentrada y limitada” contra Hezbolá en el sur del Líbano.