Joe Biden arremetió el jueves contra el presidente Donald Trump por su manejo “casi criminal” del coronavirus cuando el candidato demócrata respondió a las preguntas de los votantes afectados por la pandemia en un estado que es clave para sus aspiraciones electorales.
Al regresar a la ciudad de su nacimiento, el exvicepresidente participó en una reunión al aire libre en Scranton, Pensilvania, donde se retrató a sí mismo como el campeón de los asalariados estadounidenses que, según dijo, habían sido ignorados por un presidente más preocupado por impulsar Wall Street que por ayudar a las familias trabajadoras.
Biden, que se mostró enérgico mientras respondía las preguntas de los participantes, también acusó a Trump de conocer la gravedad de la amenaza del coronavirus a principios de año y de ocultarla a la nación.
“Él lo sabía y no hizo nada. Es casi un crimen”, dijo Biden en una de las tantas críticas feroces que le hizo a Trump.
“Este presidente debería dimitir”, añadió.
El candidato de 77 años también realizó una comparación populista, comparando las elecciones de 2020 entre él y el magnate multimillonario de bienes raíces Trump como “una campaña entre Scranton y Park Avenue”.
Los estadounidenses de clase obrera -como la familia en la que creció Biden- “son tan buenos como los demás”, dijo.
“Y tipos como Trump, que heredaron todo y despilfarraron lo que heredaron, son las personas con las que siempre he tenido problemas, no las personas que se están rompiendo el cuello”.
Las duras declaraciones parecían dirigidas a los votantes blancos de la clase trabajadora, de quienes debe recibir más apoyo si quiere recuperar estados clave en los que ganó Trump en 2016.
Biden también mostró su lado más empático cuando habló con participantes que tenían dolencias médicas, cuyos familiares murieron de Covid-19 o que estaban lidiando con problemas económicos.
“Gracias por lo que hace”, le dijo a una enfermera que votó por Trump en 2016.